WASHINGTON.— Los demócratas han quedado al margen: sin la Casa Blanca, sin ninguna de las cámaras del Congreso y sin un líder nacional.
Mientras trataban de determinar qué les falló y qué hacer ahora, los demócratas incluso perdieron un blanco favorito: Harvey Pitt.
El asediado director de la Comisión de Bolsa y Valores, a quien habían atacado constantemente en un esfuerzo por vincular a los republicanos a los escándalos corporativos, renunció la noche de las elecciones, claramente bajo presiones de la Casa Blanca.
No son días felices para los desafortunados demócratas.
"Básicamente, estamos ahora en el mismo lugar en que estábamos tras las elecciones del 2000", se lamentó en la mañana del miércoles el jefe del comité nacional del Partido Demócrata, Terry McAuliffe.
En los comicios de la víspera, los republicanos aumentaron su estrecho margen de ventaja en la Cámara de Representantes y tomaron control del Senado, que controlaron brevemente tras las elecciones del 2000, pero perdieron con la deserción meses después del ex senador republicano James Jeffords, de Vermont.
Examinando los escombros de su derrota, los demócratas sólo podían consolarse con la ganancia de hasta cuatro gobernaturas estatales.
Aún así, "este es uno de esos días en el que todo demócrata se levanta con dolor de cabeza", dijo Dayton Duncan, estratega político que trabajó en las campañas presidenciales de Walter Mondale y Michael Dukakis en los ochenta.
Duncan comentó que el Presidente George W. Bush y los republicanos simplemente hicieron un mejor trabajo que los demócratas para movilizar y motivar a los votantes.
Las elecciones de mitad de término son usualmente la oportunidad para el partido que no está en el poder de ganar escaños y elevar la visibilidad pública de sus aspirantes a la presidencia.
Pero los demócratas no solamente perdieron escaños en ambas cámaras, sino que los comicios fueron un duro golpe para las aspiraciones presidenciales del líder demócrata en el senado, Tom Daschle, y del líder en la Cámara de Representantes, Dick Gephardt.
Daschle pierde su plataforma como líder de la mayoría senatorial. "Pienso que mucha gente estaba preocupada con la seguridad nacional... No pudimos centrar la atención en los temas económicos, y pienso que esa fue quizás la diferencia", dijo Daschle.
Gephardt, que hubiera sido el presidente de la cámara baja si los demócratas hubiesen ganado más escaños, consideró la posibilidad de renunciar como líder de la minoría. Entre los que han sido mencionados para sustituirle están Martin Frost, demócrata de Texas y un político mucho más conservador. <