WASHINGTON.— Estados Unidos mantiene su escepticismo sobre la afirmación iraquí de que no posee armas de destrucción masiva, y el uso de la fuerza para desarmar al régimen de Saddam Hussein sigue siendo una opción, según admitió el secretario de Estado norteamericano, Colin Powell.
Powell se negó a formular una detallada evaluación de la declaración presentada por Irak ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas hasta que el jefe de los inspectores de armas de la ONU, Hans Blix, presente el jueves un informe ante el consejo. Sin embargo, dijo que "la información que hemos recibido hasta el momento indica que nuestro escepticismo" sobre la veracidad de la declaración iraquí, "está bien fundado".
Ayer, el secretario de Estado dijo a la prensa del departamento de Estado que Estados Unidos mantenía consultas con otros miembros del Consejo de Seguridad para decidir el próximo paso.
Si Irak se niega a cumplir con la resolución de la ONU -dijo Powell- entonces "la comunidad internacional tiene la obligación de actuar y hacer todo lo que resulte necesario" para eliminar "sus armas de destrucción masiva; y eso incluye el uso de la fuerza".
Irak ha negado que posee armas químicas y biológicas o programas para desarrollar armas nucleares y misiles de largo alcance.
La semana pasada, el gobierno del Presidente George W. Bush dijo que la declaración, de 12 mil páginas, no brindó la información requerida y que habrían ciertas omisiones importantes.
"Sabemos que Irak tiene armas de destrucción masiva, y programas para crear más", dijo el viernes el vocero del departamento de Estado Richard Boucher.