CARACAS.- El paro nacional emprendido por la oposición, cumplió el sábado 20 días, en medio de una cada vez más crítica escasez de alimentos y gasolina, mientras el gobierno intentó nuevamente neutralizar la huelga petrolera desalojando a la tripulación huelguista de un buque tanquero cargado de combustible.
El paro ha provocado la escasez de gasolina, de gas doméstico, de alimentos y medicinas, que no llegan fluidamente a las poblaciones desde los centros de distribución.
Una cola de unos cuatro kilómetros de extensión, de conductores en sus autos esperando llenar sus tanques con gasolina, se observó en un sector del suroeste de Caracas.
En un intento por revertir esa situación, el gobierno ordenó desalojar la noche del viernes, con ayuda de la Armada, a la tripulación del tanquero Pilín León, que permanecía fondeado en el Lago Maracaibo, a 500 kilómetros al oeste de Caracas, en señal de respaldo al paro opositor.
"La tripulación titular fue bajada. El capitán está preso en un retén de Maracaibo con delincuentes comunes. La tripulación está detenida en la Guardia Nacional y el barco está tomado por tripulación no calificada", denunció el sábado Ciro Izarra, gerente de comercio internacional de la estatal Petróleos de Venezuela S.A (PDVSA), al canal Globovisión.
Dijo que aparentemente se pretende movilizar el tanquero, que tiene en sus depósitos unos 44 millones de litros de gasolina.
José Luis Alcalá, abogado de la tripulación, dijo que no se justifica la detención aún habiéndose esgrimido el delito de desacato.
"Ese procedimiento, el único que puede iniciarlo es el ministerio público (fiscalía)", declaró Alcalá a reporteros.
La intervención del tanquero se ampara en un polémico fallo del Tribunal Supremo que ordenó el jueves último a los trabajadores petroleros acatar todos los decretos y resoluciones del gobierno "cuya finalidad sea lograr la puesta en funcionamiento de la industria petrolera y sus derivados".
Asimismo, hace dos semanas el gobierno emitió una serie de resoluciones que permite a los militares vigilar las instalaciones de PDVSA y asumir el control de las empresas privadas distribuidoras de gasolina que se han sumado al paro.
La huelga en PDVSA está causando pérdidas al país por 40 millones de dólares diarios. La producción petrolera del quinto país exportador de crudo del mundo, ha caído a menos de 400.000 barriles de 2,8 millones que producía antes del paro.
El gobierno dijo el viernes que ha hecho gestiones para traer un buque cargado de gasolina a Venezuela, y que en unas 72 horas el suministro estará normalizado.
Pero, Izarra advirtió que el buque en cuestión no lleva gasolina sino nafta, un producto que dañaría seriamente las instalaciones de las plantas, y los motores de los autos.
"Este paro perjudica a todos por igual. Yo no puedo trabajar hasta que tenga gasolina, y eso es inaceptable", dijo Rafael Pérez, conductor de un autobús varado en el este de Caracas por falta de combustible.
La oposición venezolana reiteró que no cejará en sus esfuerzos por obligar al presidente Hugo Chávez a renunciar o anticipar elecciones.
"Si el gobierno considera que nos vamos a rendir por agotamiento, por cansancio, por desesperación, está totalmente equivocado", afirmó Carlos Ortega, dirigente de la mayor organización sindical del país.
La oposición salió fortalecida el viernes al convocar a una gran movilización de cientos de miles de personas, que contrastó con una menor manifestación de unos 10.000 simpatizantes "chavistas" que se reunieron para expresar respaldo al mandatario.
La oposición, sin embargo, fue plantada por el oficialismo en la mesa de negociaciones que dirige el secretario general de la OEA, César Gaviria, un día después que ambas partes discutieran el tema electoral como posible salida a la crisis política.