CARACAS.- La calma que se adueñó temporalmente del país en la Navidad se vio rota el jueves cuando miles de manifestantes opositores se lanzaron de nuevo a las calles para exigir la renuncia del presidente Hugo Chávez.
En contraste, la tranquilidad siguió reinando en la mesa de negociación promovida por la OEA.
El secretario general de la Organización de Estados Americanos, César Gaviria, informó esta noche que "se avanzó bastante" en las negociaciones entre el Gobierno y la oposición.
Gaviria, quien actúa como mediador de los diálogos entre el oficialismo y la oposición, tras concluir un nuevo encuentro entre las partes, dijo que se avanzó en los componentes de lo que pudiera ser un acuerdo en todos aquellos aspectos que no definen una salida electoral.
Indicó que las partes en conflicto tuvieron varias coincidencias en torno al borrador que él elaboró sobre un documento de 25 puntos, que podría servir de base a un acuerdo.
"Uno por uno", cada punto fue abordado, al tiempo que se escuchaban "distintos tipos de sugerencias", incluido el "punto 25 que como ustedes saben es el de salida electoral", indicó el ex mandatario colombiano.
El negociador oficialista, el congresista Nicolás Maduro, indicó que "muy productivo" el endcuentro, "estamos mas cerca de una visión común sobre los problemas del pais, que es la base para poder llegar a un acuerdo sobre este tema (electoral)".
El jueves se reanudó la mesa de negociaciones entre el gobierno y la oposición, bajo el auspicio de la OEA.
En las calles el ambiente era más agitado. Al menos tres manifestaciones antigubernamentales se registraron la tarde del jueves convocadas por la opositora Coordinadora Democrática, que inició una huelga que se ha prolongado por 25 días.
Unos 3.000 venezolanos se concentraron en el barrio de Paraíso, al oeste de la ciudad, para gritar consignas antichavistas.
"Ni un paso atrás, ni un paso atrás", gritaban los opositores que pretenden obligar al presidente a dimitir.
"Esta es la voz del pueblo, pero Chávez no nos quiere oír. Tarde o temprano tiene que aceptar que no lo queremos como presidente", expresó Lorena Laras, una de las manifestantes.
Otras dos protestas opositoras se reportaron en la ciudad. En el parque Candelaria, en el centro de Caracas, había alrededor 2.000 personas; y otras 4.000 aproximadamente se reunieron en Santa Fé, en donde los manifestantes ondeaban banderas venezolanas y arengaban contra el presidente.
"Al loco, al loco, ya le queda poco" vociferaban los inconformes en el parque Candelaria, refiriéndose al Presidente Chávez.
El día de Navidad representó una breve suspensión de las protestas callejeras de ambas facciones, que se conformaron con participar en jornadas religiosas para pedir por la paz y reconciliación de Venezuela y sonar cacerolas en sus casas.
La Coordinadora Democrática, integrada por las cámaras empresariales y sindicatos, pretende conseguir que Chávez reduzca su mandato a través de una convocatoria adelantada a elecciones; sin embargo, el gobernante considera que la solicitud riñe con la Constitución.
Los detractores del presidente lo responsabilizan de la crisis económica que atraviesa el país; en tanto, que Chávez los considera golpistas.
La huelga, a la que se unieron unos 35.000 de los 40000 trabajadores de Petróleos de Venezuela S.A. (PdVSA), ha causado desabastecimiento de combustibles en Venezuela, el quinto exportador de petróleo en el mundo. También hay escasez de alimentos y bebidas.