Los familiares buscan cualquier información que puedan conseguir sobre los heridos o los muertos. Foto: Reuters.
MOSCU.- El vicefiscal general ruso Serghei Fridinski dijo que al menos 330 personas, entre ellas 155 niños, murieron en la trágica toma de rehenes en una escuela de Beslan, Osetia del Norte, aunque la cifra es provisoria.
El vicefiscal, citado por la agencia Itar-Tass, dijo que "están en curso verificaciones" en el lugar y aseguró que "la cifra no es definitiva y debería aumentar un poco".
Fuentes del ministerio de Salud de Osetia del Norte dijeron que los muertos son más de 400. Unas 700 personas resultaron heridas.
El Presidente ruso, Vladimir Putin, visitó la escuela tomada por el comando terrorista y dijo que no estaba planeado el uso de la fuerza para poner fin a la toma de rehenes.
"La situación se desarrolló muy rápido y de forma inesperada", explicó Putin en Beslán, adonde llegó en la madrugada de hoy en forma sorpresiva para encabezar la reunión del gabinete de emergencia.
En tanto, fuentes de seguridad rusas dijeron a la agencia Interfax que el comando terrorista tenía escondido desde hace tiempo armas y explosivos en la escuela.
"Explosivos, armas y equipos militares fueron llevados a la escuela durante este verano (boreal) mientras se realizan tareas de remodelación" en el edificio, dijeron las fuentes.
El gimnasio de la escuela permanecía hoy lleno de explosivos, lo que dificultó las tareas de remoción de cadáveres de víctimas del trágico epílogo de la toma de rehenes, dijo la agencia rusa Itar-Tass.
La prensa rusa dijo que numerosos cuerpos y restos humanos se hallan aún dentro de la escuela.
En tanto, el jefe del departamento osetio de los servicios secretos rusos (Fsb), Valeri Andreiev, dijo que uno de los terroristas que participó en la toma de los rehenes fue ajusticiado y decapitado por sus propios compañeros después de intentar huir en la última fase del secuestro.
El funcionario confirmó que el comando estaba integrado por más de 30 personas y precisó que eran ciudadanos de Chechenia, Inguscezia y de "países extranjeros".
Según cifras oficiales, 32 terroristas murieron en la acción.
Andreiev además reiteró que al menos dos mujeres, una de las cuales se hizo explotar durante el secuestro, formaban parte del comando.
La hipótesis sobre el ajusticiamiento de uno de los terroristas fue recogida en base al relato de testigos. Además fue hallado un cuerpo decapitado.
Andreiev confirmó además que uno de los terroristas fue linchado por civiles tras ser capturado por policías.
En tanto, fuentes oficiales dijeron que al menos 10 miembros de las fuerzas especiales rusas murieron en el asalto a la escuela de Beslan.
"Más de 10 miembros de las fuerzas especiales murieron el viernes en el curso de la operación de liberación de los rehenes", dijeron las fuentes del ministerio del Interior osetio.
Otros 18 miembros de las fuerzas especiales resultaron heridos y fueron ingresados en un hospital de Vladikavkaz, capital de la pequeña república caucásica, según las mismas fuentes.
La prensa rusa reflejó hoy todo el dolor que afecta al país tras el "infierno" vivido en la escuela de Osetia del Norte tomada por un comando terrorista, que causó 250 muertos, según cifras oficiales.
Gran parte de los diarios eligieron la palabra "infierno" para reflejar el sangriento epílogo de la crisis en la escuela de Beslan, con testimonios de sobrevivientes e imágenes de la tragedia.
"No disparen por favor, somos niños", gritó uno de los escolares durante la acción, según un diario de Kommersant.
"Una liberación pagada con sangre", tituló Trud, órgano de los sindicatos rusos.
"Drama termina con el peor de los escenarios", escribió Izvestia, mientras el diario Gazeta eligió "Jornada negra para Rusia".
Este periódico criticó especialmente la forma caótica en que se condujo la liberación de los rehenes y escribió que, según el relato de sobrevivientes, algunas niñas fueron violadas por los miembros del comando terrorista.
El diario comunista Sovietskaia Rossia habló de "Caos a la Dubrovka en Belsan", en alusión al teatro de Moscú cuya toma por parte de un comando checheno en octubre de 2002 causó más de un centenar de muertos.
"Recen por los muertos y por los vivos", tituló a su vez el diario Moskovski Komsomolets.
