LIMA.— El ministro peruano del Interior, Javier Reátegui, presentó su renuncia irrevocable al cargo, como resultado de las críticas a su actuación durante la rebelión del líder ultranacionalista Antauro Humala en la localidad andina de Andahuaylas, donde murieron siete personas.
De esta forma, Reátegui se adelantó a la posibilidad de ser censurado por el Congreso, que lo citó junto con el titular del Consejo de Ministros, Carlos Ferrero, y el ministro de Defensa, Roberto Chiabra. "Soy consciente de que el ánimo político se encuentra polarizado y por eso mismo les comunico que esta mañana he presentado al señor Presidente de la República mi renuncia", dijo Reátegui ante el pleno.
Sin embargo, el ministro se congratuló primero por el procedimiento policial que puso fin a la crisis. "Que no se diga jamás que por un interés personal contribuyo a una mayor confrontación o hago un mayor ruido político... Me voy con la tranquilidad de la misión cumplida", señaló.
Asimismo Reátegui negó que el gobierno hubiera tenido reportes de inteligencia sobre los planes de Humala, que habrían sido ignorados irresponsablemente, según algunos medios de comunicación.
Algunos analistas sostienen que la renuncia de Reátegui busca evitar la caída de Ferrero y Chiabra, fuertemente criticados por la oposición.
Durante la noche, el pleno decidirá, previo debate, si aprueba los informes presentados y un eventual pedido de censura sería votado en una próxima sesión. Si ello sucediera, significaría la destitución inmediata de los cuestionados funcionarios de Gobierno.
