BOGOTA.- El doctor Gustavo Quintana, médico colombiano, reconoció aplicar la eutanasia con enfermos terminales, como un paciente con cáncer de 23 años, a quien hace un año aplicó una inyección letal.
"El me suplicaba que lo ayudara a morir, diciéndome: 'No quiero esperar hasta que me convierta en un monstruo'", recordó Quintana y afirmó que el paciente tenía los testículos deformados, una gran protuberancia en el cráneo, el área alrededor de los ojos de color negro y cada vez le costaba más trabajo tragar.
La decisión fue tomada de común acuerdo con el paciente y su familia. El médico, que no quiso identificar al paciente, escribió en el certificado de muerte "paro cardíaco", omitiendo cualquier referencia a la inyección que puso al hombre a dormir, paralizándolo y deteniendo su corazón.
El médico explicó que antes de practicar la eutanasia a un paciente que quiere morir, se hace la siguiente pregunta: "¿Si estuviera en su lugar, desearía ponerle fin a mi vida?"
"Si encuentro que la respuesta es sí, entonces procedo a inducir la muerte", dijo.
Quintana sostuvo que se ha rehusado a practicar la eutanasia en muchos pacientes que él cree todavía tienen una razón para vivir, incluso a uno que le pidió morir porque se estaba quedando paulatinamente ciego.
En Colombia, la eutanasia es permitida desde 1997, cuando la Corte Constitucional emitió un fallo que le reconoció el derecho de las personas a optar por poner fin a su vida si los doctores no podían ayudarles, según informó El Tiempo de Colombia.
