Pese a sus extremidades deformadas, Moisés no presenta problemas en su cerebro y su vida no corre peligro. |
LIMA.- Una mujer peruana dio a luz un niño con deformaciones congénitas en sus brazos y piernas, las cuales están dobladas como garras alrededor de su cuerpo, dándole la apariencia de una langosta.
Moisés Chávez, quien nació hace un mes y fue llevado a Lima esta semana, es uno de los pocos bebés en el mundo que tiene este tipo de defectos, según el doctor Luis Rubio, quien liderará su largo tratamiento.
La enfermedad, conocida como artrogriposis o curvatura de las articulaciones, se da en uno de cada 3.000 niños nacidos en Estados Unidos, pero normalmente en una extremidad y no en las cuatro como en el caso del bebé peruano.
"Es muy raro que los cuatro miembros estén afectados", dijo Richard Leavitt, Director de Información de Ciencia en la Fundación March of Dimes de Estados Unidos.
Rubio explicó que las bandas amnióticas dentro del saco amniótico se habían enredado a partir del quinto mes de gestación, envolviendo el bebé como a una momia y evitando un buen desarrollo de las extremidades.
"Su cerebro parece estar bien y su vida no está en peligro, así que nuestra meta es que le dé uso a sus brazos y manos", dijo Rubio. "Me encantaría que caminara, aunque la verdad, no sé", agregó en el hospital donde Moisés está siendo tratado.
Moisés, de cabello negro y 2,5 kilogramos de peso, mide 33 centímetros, llora y reacciona a los sonidos, pero sus piernas están dobladas en 90 grados y sus manos se tuercen para afuera mientras sus minúsculos codos abrazan su pecho.
La madre de Moisés, Marisol Chávez de 21 años, llegó a Lima en busca de ayuda desde la aldea andina de San Jerónimo, a 380 kilómetros de la capital.
"Ojalá se recupere. Mi deseo es que pueda jugar y correr con los otros niños de la calle", dijo Chávez.
El abuelo de Moisés, Rodolfo Trinidad (65), afirmó que el padre ha rechazado reconocer a su bebé y dice que "no es de él, que no es su niño. Está horrorizado".
El médico afirmó que el financiamiento para el tratamiento, que podría durar años, vendría inicialmente de la Municipalidad de Lima, aunque adelantó que quizá luego se tenga que buscar apoyo del extranjero.
"Hay que hacer los exámenes primero. Sólo he tenido al bebé conmigo las últimas 24 horas", dijo Rubio, quien recientemente operó a Milagros Cerrón, una niña conocida como "la sirenita" por nacer con las piernas unidas.
