BUENOS AIRES.- Un hombre de la ciudad argentina de Rosario acaba de ingresar en el libro Guinness de los récords por haber permanecido veinte minutos metido en un horno de panadería a una temperatura de 284 grados.
Antonio Acosta, de 58 años y padre de cuatro hijos, que se dedica a la construcción y reparación de hornos de panadería, se declaró hoy muy contento por la hazaña de completar "una marca única en el mundo".
"Permanecí durante veinte minutos en el horno rotativo de la panadería San Cayetano II, a una temperatura de 284 grados centígrados", explicó Acosta.
El único caso similar al de Acosta registrado en la editorial Guinness, que publica todos los años una recopilación de récords mundiales, se registró durante la II Guerra Mundial, cuando un grupo de soldados vestidos con una ropa especial soportó 260 grados de temperatura dentro de un horno.
Acosta sostuvo que superó esa marca "con una ropa muy simple, puesto que llevaba una camiseta, un pantalón de deporte y un abrigo".
Dijo que ésta no es la primera vez que se mete en un horno a altas temperaturas, ya que hizo varias pruebas antes de la definitiva, que llevó a cabo ayer en presencia de un notario público, como exige el libro Guinness para anotar sus récords.
"Una vez entré al horno con un pollo congelado que salió cocido al cabo de 35 minutos y con una temperatura de 270 grados", aseguró luego de aclarar que esa "hazaña" no quedó registrada porque sólo se trató de una prueba.
