SALAMANCA, España.- El Presidente de Chile, Ricardo Lagos, que esta mañana llegó a Salamanca para asistir a la XV Cumbre Iberoamericana, hablará con el secretario general de la ONU, Kofi Annan, sobre los futuros pasos de la Misión de Estabilización de Naciones Unidas en Haití (Minustah).
Durante el encuentro, que se celebrará esta tarde, abordarán la situación en el país caribeño y la "coordinación de los futuros pasos" de la misión, informaron fuentes chilenas.
Igualmente abordarán el actual proceso electoral en Haití, de cara a las elecciones legislativas y presidenciales del 20 de noviembre próximo.
Lagos y Annan, que por segunda vez participa en una Cumbre Iberoamericana luego de haber ido a la de Santa Cruz de la Sierra (2003), también evocarán las reformas que se impulsan en el seno de la ONU.
En la que será su última Cumbre Iberoamericana como presidente en ejercicio, pues a fin de año concluirá su mandato tras los comicios del 4 de diciembre, Lagos será uno de los pocos presidentes que intervenga en uno de los cuatro plenarios previstos de jefes de Estado y de Gobierno.
La Minustah y la institucionalidad en Iberoamérica serán los dos temas centrales de su exposición ante sus colegas de América Latina, España, Portugal y Andorra, precisaron las mismas fuentes.
Una de las propuestas que Lagos presentará a sus homólogos será la creación de una escuela de gobierno iberoamericana, que aborde las políticas públicas y permita mejorar la gobernabilidad, precisó la misma fuente.
El Primer Ministro haitiano, Gerard Latourte, no vendrá a Salamanca tal como estaba previsto, anunció el portavoz de la Cumbre, Enrique Iglesias, quien también destacó la contribución de la Minustah al "mejoramiento de la situación" en el país caribeño.
Chile y España defienden la necesidad de ampliar el mandato de la Minustah, cuyo despliegue impulsaron Santiago y Brasilia, quienes invitaron al gobierno socialista español a sumarse a ello.
La misión de la ONU en Haití, cuyo mandato fue prolongado hasta el 15 de febrero de 2006, es decir hasta después de la toma de posición del presidente elegido en las urnas, está integrada por 1.200 soldados brasileños, 800 uruguayos, 600 argentinos, 570 chilenos y unos 200 militares y guardias civiles españoles.
