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Ex congresista colombiano fue asesinado

Jaime Losada murió en un atentado de pistoleros en el que además resultó herido su hijo Jaime Felipe, quien fue liberado junto con su hermano Juan Sebastián el 13 de julio de 2004 luego de permanecer tres años en poder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

04 de Diciembre de 2005 | 05:27 | AFP
BOGOTA.- El ex congresista colombiano Jaime Losada, cuya esposa se encuentra secuestrada por la guerrilla de las FARC desde hace más de cuatro años, fue asesinado este sábado en el departamento de Huila (sur), informaron las autoridades y allegados al político.

El también ex gobernador de Huila murió en un atentado de pistoleros en el que además resultó herido su hijo Jaime Felipe, quien fue liberado junto con su hermano Juan Sebastián el 13 de julio de 2004 luego de permanecer tres años en poder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

Losada, presidente del club Atlético Huila, de la primera división del fútbol colombiano, fue atacado cuando se desplazaba en un vehículo entre el municipio de Garzón y la ciudad de Neiva (300 km al sur de Bogotá), capital departamental.

El esposo de la dirigente Gloria Polanco, en cautiverio desde el 26 de julio de 2001 cuando fue secuestrada junto con sus dos hijos en Neiva, se dirigía a esa ciudad tras asistir a una reunión en Garzón, dijo el congresista Carlos Chavarro, quien asistió al encuentro.

Chavarro, copartidario de Polanco, señaló que el hijo del dirigente se encuentra fuera de peligro en el hospital del municipio de Hobo.

’’La familia Losada Polanco es la que más ha padecido este conflicto en Colombia en los últimos años’’, afirmó el legislador al lamentar el crimen.

Losada reconocía que sus hijos habían recobrado la libertad tras el pago de un rescate, cuyo monto, según él, estuvo muy por debajo de la suma que exigían las FARC.

Medios de prensa en Neiva indicaron que el ex gobernador estaba consiguiendo dinero para pagar el rescate de su esposa.

Los rebeldes incluyeron a Polanco en una lista de 59 rehenes -entre políticos, policías, militares y tres estadounidenses-, a quienes exigen canjear por unos 500 guerrilleros presos.
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