CIUDAD DEL VATICANO.- El papa Benedicto XVI ha cargado hoy contra "el hedonismo difundido en la cultura de la llamada sociedad del bienestar", ya que según él amenaza lo que denominó como "cultura de la vida".
Joseph Ratzinger dirigió esas palabras a los fieles reunidos en la Plaza de San Pedro para celebrar el tradicional Angelus dominical, en un día en que Italia celebra la Jornada por la Vida.
"Se celebra hoy en Italia la Jornada por la Vida, que constituye una preciosa ocasión de oración y de reflexión sobre los aspectos de la difusión y promoción de la vida humana, especialmente cuando está en condiciones de dificultad", aseguró.
El Pontífice invitó a "meditar sobre el mensaje de los obispos, que tiene como tema ’Respetar la vida"’ y recordó que su antecesor, Juan Pablo II, reservó "una constante atención" a ese asunto.
En particular, recordó la Encíclica Evangelium Vitae, que publicó en 1995 y que "representa una auténtica piedra angular de la Iglesia sobre esa cuestión tan actual y decisiva".
"Al introducir los aspectos morales en un amplio cuadro espiritual y cultural, mi venerado predecesor ha confirmado en varias ocasiones que la vida humana es un valor primario que hay que reconocer y el Evangelio invita a respetarla siempre", dijo Ratzinger.
El obispo de Roma explicó después que "la cultura de la vida se basa sobre la atención a los otros, sin exclusión o discriminación. Cada vida humana, en cuanto tal, merece y exige ser difundida y promovida".
"Sabemos bien que esta verdad está en peligro se ser contradicha por el hedonismo difundido en la llamada sociedad del bienestar: la vida viene exaltada mientras es plácida, pero se tiende a no respetarla más cuando está enferma o discapacitada", añadió.
Poco antes de la oración del Angelus, Benedicto XVI visitó la parroquia de Santa Ana en El Vaticano en la que dijo que "el Señor cura a la humanidad enferma de la fiebre de las ideologías, de las idolatrías y del olvido de Dios".
También en esa parroquia dijo que existen "dos mentalidades que se oponen de manera irreconciliable: para expresarlo en términos simplificados podríamos decir: la una sostiene que la vida humana está en las manos del hombre, la otra reconoce que está en las manos de Dios".
