WASHINGTON.- Condoleezza Rice, secretaria de Estado de EE.UU., pidió hoy al Congreso 75 millones de dólares adicionales al presupuesto de este año para expandir la democracia en Irán, país al que acusó de desafiar a la comunidad internacional con su programa nuclear.
"Ese dinero nos permitirá incrementar nuestro apoyo a la democracia y mejorar nuestra transmisión radiofónica, abrir una televisión por satélite, incrementar los contactos entre nuestros pueblos a través de títulos y becas para los estudiantes iraníes y reforzar nuestros esfuerzos diplomáticos", afirmó Rice.
En una audiencia ante el Comité de Relaciones Exteriores del Senado, la secretaria de Estado anunció la intención del Gobierno de "comenzar un nuevo esfuerzo para apoyar las aspiraciones de los iraníes".
Los 75 millones de dólares extras que la administración quiere destinar a Irán se unen a otros diez millones previstos en el presupuesto del 2006 y ya aprobados por el Congreso que, según Rice, se utilizarán en proyectos concretos de apoyo a los disidentes políticos y activistas de derechos humanos iraníes.
La secretaria de Estado explicó que todos estos esfuerzos se dirigen a frenar las "políticas desestabilizadoras" del régimen de los ayatolá en toda la región de Oriente Medio, y su apoyo al terrorismo y al extremismo violento.
"EE.UU. hará frente de forma activa a las políticas de este régimen y, al mismo tiempo, vamos a trabajar para apoyar las aspiraciones de libertad de los iraníes", prosiguió.
Según la jefa de la diplomacia estadounidense, las autoridades de Teherán se están aislando aún más de la comunidad internacional con su comportamiento "de confrontación", especialmente en el ámbito nuclear.
Durante su comparecencia, Rice anunció que la próxima semana viajará a Oriente Medio para analizar el problema nuclear iraní, aunque no precisó los países concretos con los que abordará esta cuestión.
La secretaria de Estado subrayó que nadie quiere negar a ese país su derecho a tener "poder nuclear civil" pero en la actualidad el régimen iraní "ha cruzado la línea" y ha desafiado claramente a la comunidad internacional, al reanudar actividades de investigación sobre enriquecimiento de uranio.
El vicepresidente iraní, Gholamreza Aghazadeh, confirmó hoy la reanudación de esas actividades en la planta de Natanz, en el centro de Irán, y la suspensión de la cooperación voluntaria con Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA).