BAGDAD.- Varios coches-bomba y hombres armados mataron a más de 20 personas en Irak el sábado, en una jornada en que el gobierno informó que la violencia vinculada con los insurgentes le costó a la industria petrolera unos 6.250 millones de dólares el año pasado.
En tanto, las autoridades británicas confirmaron que dos macedonios fueron secuestrados en el sur del país, y continuaba la búsqueda de un avión privado alemán desaparecido en la región del norte.
La mayoría de los ataques lanzados el sábado tenían a los militares estadounidenses o a la policía iraquí como objetivo, pero varios civiles también murieron.
Un mayor de la policía iraquí murió en un ataque de pistoleros que dispararon mientras se desplazaban en un vehículo en el fuerte insurgente de Ramadi, al oeste de Bagdad, en el atentado más reciente a las fuerzas de seguridad locales.
Cuatro policías iraquíes murieron cuando una bomba detonó cerca de un camión cisterna que llevaba combustible en el este de Bagdad, dijo la policía, mientras que otros dos civiles iraquíes murieron cuando bombas detonaron en Tikrit y Bakuba. Ambas bombas tenían como objetivo patrullas policiales, dijeron funcionarios de cada una de las ciudades.
El ejército estadounidense indicó que una bomba colocada en una carretera alcanzó a un vehículo norteamericano a eso de las 8 de la mañana en el este de Bagdad, matando a un soldado.
Con esta muerte, ascendió a por lo menos 2.273 la cantidad de miembros del ejército estadounidense que han muerto en Irak desde que comenzó la guerra en marzo del 2003, de acuerdo con un conteo de la AP.
El ataque ocurrió cerca del estadio de fútbol Shaab y el área fue acordonada por las fuerzas estadounidenses e iraquíes.
Otra bomba colocada en una carretera detonó a eso de las 8.45 de la mañana mientras la policía patrullaba el área Ghadir del este de Bagdad. Los agentes de seguridad resultaron ilesos, pero murieron tres civiles iraquíes y otros cuatro resultaron heridos, expresó el teniente Ali Abbas.
Por otra parte, un prominente funcionario de la policía de Bagdad salió ileso de un ataque con una bomba colocada en una carretera que apuntaba a su convoy en el vecindario Karrada de la capital. Otros dos policías, no obstante, murieron y uno resultó lesionado, manifestó el mayor de la policía Abbas Mohamed.
Hombres armados también mataron al conductor de un minibus y a su amigo en una estación de autobús ubicada en el vecindario de Amariya, en el oeste de Bagdad, dijeron las autoridades.
La policía dijo que había hallado los cuerpos de ambos vendados, atados y acribillados en la planta de tratamiento de agua Rustamiya, ubicada en la parte sureste de Bagdad. Otros cuatro fueron asesinados a quemarropa. Sus cadáveres fueron hallados en tres áreas sumamente distantes una de la otra, en Bagdad.
Otra bomba en Faluya, a 65 kilómetros al oeste de Bagdad, mató a un niño y le destrozó las piernas a su hermano, dijo la policía.
Varios soldados estadounidenses mataron a tres hombres que trataban de colocar explosivos cerca de las vías del vecindario de Dora, en la capital iraquí, indicaron las autoridades.
El ejército británico, en tanto, confirmó que dos extranjeros secuestrados el jueves en Basora, en el sur del país, son trabajadores de la empresa de limpieza Ecolog oriundos de Macedonia. Los secuestradores han demandado un millón de dólares para liberarlos, dijo un empleado de la compañía a condición de mantener su nombre en el anonimato porque no estaba autorizado a dialogar con la prensa.
No fue posible contactar de inmediato a las autoridades de Macedonia.
Mientras tanto, cientos de agentes de seguridad iraquíes respaldados por militares estadounidenses buscaban a un avión alemán que se teme cayó en el norte de Irak, en una región montañosa cubierta de nieve.
El avión, que transportaba a cinco alemanes y un iraquí, desapareció el jueves camino a la ciudad de Kirkuk. Había despegado de la capital de Azerbaiyan, Baku.
Por otra parte, las fuerzas armadas estadounidenses liberaron en los últimos días a unos 430 hombres iraquíes después de revisar sus casos y no hallar ninguna razón para mantenerlos detenidos, indicó un comunicado emitido el sábado.
En tanto, se desconoce si las cinco mujeres iraquíes que continúan detenidas serán dejadas en libertad. Los secuestradores de la periodista estadounidense Jill Carroll estipularon la liberación de todas las mujeres iraquíes como condición para dejar en libertad a la reportera.