SAN JUAN DE SABINAS.- Los rescatistas arriesgaron sus vidas por cuarto día consecutivo para intentar salvar a 65 mineros atrapados bajo tierra en una mina de carbón en México y pidieron a los familiares no perder la esperanza, a pesar de que habían logrado poco progreso.
Cerca de 60 rescatistas, en su mayoría mineros locales, cavaron toda la noche con picos y palas en la mina de Pasta de Conchos en el estado de Coahuila al norte del país latinoamericano.
"No pierdan las esperanzas. El trabajo que estamos realizando es precisamente para sacar sobrevivientes, no cadáveres", declaró el líder de los rescatistas, Josué David Beltrán ante una multitud de cientos de personas reunidas en la mina la tarde del martes.
El gas que los rescatistas han encontrado hasta ahora en la mina no hay llegado a niveles venenosos, dijo. Eso alimentó las esperanzas de que aun podría haber sobrevivientes a pesar de que no ha habido contacto con ninguno de los hombres desaparecidos desde que una explosión de gas hizo colapsar cientos de metros de túneles la mañana del domingo.
Los desaparecidos llevaban tanques de oxígeno con seis horas de aire disponibles dentro de ellos, así que sus oportunidades de sobrevivencia dependen de bolsones de aire dentro de los túneles o en la ventilación de la mina.
Los rescatistas utilizaban sólo herramientas manuales por temor a ocasionar otra explosión en la mina, cerca de la ciudad de San Juan de Sabinas.
Cientos de familiares y parientes acamparon fuera de la mina la noche del martes.
Algunos alabaron los esfuerzos de los rescatistas mientras otros criticaban a los funcionarios de gobierno y las autoridades de la mina.
Yadira Gallegos, de 28 años, cuyo cuñado estaba entre los atrapados, estaba sentada en una silla plástica con una sábana blanca sobre sus piernas.
"Aquí estamos nomás, imaginando lo que está pasando allí abajo, esperando información y pidiendo a Dios que todos salgan bien", dijo la joven.
"Los rescatistas están haciendo todo lo humanamente posible, pero el gobierno y la empresa no hicieron lo que les correspondía", señaló. "No les daba (a los mineros) la seguridad que ellos merecían", agregó.
Los rescatistas permanecieron dentro de los 50 metros de donde se pensaba que dos de los hombres desaparecidos estaban trabajando al momento de la explosión. Otros colapsos en los túneles obstaculizaban su progreso. Se pensaba que el resto de los hombres estaba en grupos hasta 2 kilómetros hacia el interior de la mina.
"Hasta ahorita, en los lugares donde posiblemente este la primera persona, está entrando aire. Pero más no sabemos hasta donde alcanza el circuito de aire", dijo el minero Juan Ramírez.
Grupo México, negó los reclamos de los trabajadores de que la empresa fue negligente en cuanto a la seguridad en la mina.