BAGDAD (AP) — Chiítas y sunitas lanzaron ataques suicidas, bombas y andanadas de morteros que estremecieron Bagdad el martes, que dejaron al menos a 68 personas muertas e hirieron a decenas más en momentos en que Irak parece estar cayendo en una guerra civil.
Irak comenzó a inclinarse peligrosamente hacia un conflicto interno después del atentado el miércoles de la importante mezquita chiíta de Askariya en la ciudad de Samarra, habitada principalmente por sunitas y ubicada a 95 kilómetros al norte de Bagdad.
El presidente estadounidense George W. Bush lamentó la más reciente demostración de violencia sectaria el martes y dijo que los iraquíes tienen que elegir entre "el caos y la unidad".
En testimonios ante el Congreso, el director de Inteligencia Nacional John Negroponte dijo que una guerra civil en Irak podría desembocar en un conflicto más amplio en Medio Oriente, que podría llevar al enfrentamiento de los líderes sunitas y chiítas de la región.
Al menos seis de los ataques del martes estuvieron dirigidos hacia objetivos religiosos, y concluyeron con un atentado con coche-bomba después de la puesta de sol en la mezquita chiíta Abdel Hadi Chalabi en el vecindario Hurriya, en el que murieron 23 personas y 55 quedaron heridas.
Aproximadamente a la misma hora, un proyectil de mortero alcanzó el santuario chiíta imán Kadhim en el vecindario Kazimiya al otro lado del río Tigris. Falleció una persona y 10 quedaron heridas.
Parece que dichos ataques fueron en represalia por atentados a templos sunitas anteriormente durante el día.
Una explosión dañó la mezquita sunita donde está enterrado el padre de Saddam Hussein en Tikrit, al norte de Bagdad, de donde es oriunda la familia del gobernante depuesto.
El Partido Islámico Iraquí informó que la mezquita sunita Thou Nitaqain en el barrio al-Hurriya del norte de la capital fue destruida por una explosión el martes al amanecer. La policía dijo que la explosión dejó tres muertos y 11 heridos. El partido sunita culpó al gobierno chiíta de "cooperar con las manos criminales que sabotearon las casas de Dios y encendieron los fuegos de la sedición".
El martes por la noche la policía informó haber hallado el cadáver del clérigo chiíta Hani Hadi esposado, con los ojos vendados y un balazo en la cabeza cerca de una mezquita sunita en el vecindario Dora de Bagdad.
El atentado más letal del día ocurrió cuando un atacante suicida hizo explotar un chaleco cargado de explosivos y baleros de metal en medio de personas que hacían fila para adquirir queroseno en una gasolinera en el este de Bagdad, lo cual provocó 23 muertes y dejó heridas a 51 personas.
En el mismo vecindario, un coche-bomba que intentaba destruir una patrulla policial mató a cinco personas e hirió a 17, todos civiles, dijo la policía.
Otro coche-bomba, que explotó en un pequeño mercado frente a la mezquita chiíta Timimi en el barrio de Karrada, mató a seis personas e hirió a 16.
Por otro lado y en una medida poco usual, el gobierno emitió un comunicado donde declaró que 379 personas habían muerto y 458 habían quedado heridas hasta las 4 de la tarde del martes, en la violencia sectaria relacionada con el atentado a Askariya.