MELBOURNE.- Unos 100 aborígenes amenazaron hoy en Melbourne con presentar una querella contra la reina Isabel II de Inglaterra por genocidio ante la falta de un texto que reconozca "la injusticia" de su suerte después de que Gran Bretaña "invadió" Australia en 1788.
Los manifestantes levantaron un campamento a unos 100 metros del local que la soberana debe inaugurar oficialmente el miércoles en Melbourne en el marco de los Juegos del Commonwealth (15 al 26 de marzo).
"El intento de genocidio, pasado y actual, contra la población aborigen de Australia, no anuló nuestros derechos soberanos en nuestro país", declaró su representante, Robbie Thorpe.
Estos aborígenes encendieron simbólicamente una llama en su sitio, que llamaron "el campamento de la soberanía", al cual desean invitar a la reina para solucionar la cuestión "a través de la negociación".
Sin embargo, no precisaron la forma en que acudirán a la justicia si su pedido es rechazado.
Reconciliación
"Nuestra intención no es que la reina sea llevada a los tribunales internacionales como Saddam Hussein", agregó Thorpe.
Luego dijo que quería invitar "a la reina a venir a sentarse para hablar con el pueblo y tomar una taza de té".
"Ha llegado la hora de la reconciliación y nosotros queremos iniciar ese proceso", explicó.
Los manifestantes también realizarán una marcha en la ciudad el miércoles, cuando comiencen los juegos.
Los aborígenes de Australia, que representan aproximadamente al 2% de la población, se encuentran totalmente marginados. Sus tasas de alcoholismo, desempleo, suicidio y violencia doméstica son muy superiores a las de los otros habitantes. Su esperanza de vida es 20 años inferior.
La reina Isabel II es jefa del Commonwealth, una asociación de 53 países de lengua inglesa (total o parcialmente) independientes que agrupa a Gran Bretaña y a la mayor parte de sus antiguas colonias, un total de 1.800 millones de personas.