ALEXANDRIA, EE.UU..- Los abogados de Zacarias Moussaoui, único encausado por los atentados del 11 de septiembre del 2001, disponen de pocos días para intentar evitar una condena a muerte, y a partir del lunes tratarán de probar que su defendido padece problemas mentales.
Moussaoui, un francés de 37 años, tomó la palabra el jueves pasado, el mismo día que sus abogados iniciaban su defensa, y lanzó insultos contra Estados Unidos, los judíos y las víctimas del 11 de septiembre.
Después de cuatro jornadas de testimonios sobre el horror de los ataques del 11/9 y su impacto en las familias de las víctimas, Moussaoui expresó su odio por Estados Unidos y su voluntad de verlo sufrir.
"Yo habría querido que (los atentados) se sucedieran el 12, el 13, el 14, el 15, el 16, el 17...", dijo Moussaoui, que podría enfrentar la cadena perpetua o la pena de muerte, en su calidad de cómplice de los peores atentados de la historia de Estados Unidos. Y añadió: "No tengo arrepentimientos ni remordimientos".
A su pedido, la defensa lo interrogó sobre las razones de su odio a Estados Unidos. "Para mí ustedes son la cabeza de la serpiente. Si queremos destruir el Estado judío, debemos primero destruirlos a ustedes", afirmó.
También les dijo a sus abogados que ya les había advertido que retratarlo como un "loco" no resultaría. "Defendemos a este joven contra sí mismo", comentó François Roux, su abogado francés.
La defensa de Moussaoui no pudo oponerse a que su cliente hiciera uso de la palabra: todo acusado tiene derecho, según la Constitución, a expresarse durante su juicio.
Tras la balacera de insultos, la defensa intentó explotar el testimonio para alimentar su tesis de que padece esquizofrenia, lo que le evitaría la pena de muerte.
El jueves Moussaoui lanzó extrañas reflexiones, incluyendo cómo se dio cuenta de que el FBI lo espiaba. "Un día encontré un ventilador cerca de mi coche. Decidí agarrarlo ya que hacía calor en Oklahoma", dijo.
"Más tarde, pensé que probablemente ese ventilador estaba allí al costado de mi coche para que yo lo agarre: creo que es posible colocar un micrófono dentro de un ventilador", añadió.
Y en respuesta a una pregunta del fiscal Robert Spencer, afirmó que estaba "100% seguro" de que el presidente estadounidense George W. Bush iba a ordenar su liberación.
La defensa tiene previsto además presentar en la Corte distintos episodios del pasado de Moussaoui, nacido en Saint-Jean-de-Luz (sudoeste de Francia) en 1968, con testigos que viajarán desde Francia.
El tribunal está asentado en Alexandria, Virginia, en los suburbios de Washington y cerca del Pentágono, uno de los objetivos de los secuestradores del 11 de septiembre.
Moussaoui acusó al abogado Gerald Zerkin, encargado de la defensa, de usar un caso relevante como éste para saltar a la fama. Se quejó además de que no se le permitió contar con un abogado musulmán ni cambiar el lugar donde se desarrolla el juicio a un área menos afectada por los ataques de 2001.
"¿Cree usted que sus abogados están en una conspiración para matarlo?", le preguntó Zerkin. "Usted es el estadounidense, usted es judío (...) Usted me mostró claramente que en el fondo no tiene las mejores intenciones", respondió.
"Creo que lo que ustedes hacen no va a ninguna parte", dijo, refiriéndose a la oferta de la defensa de retratarlo como mentalmente perturbado.
Moussaoui y su defensa parecieron entrar en conflicto tras su espectacular testimonio en la primera etapa del proceso. En aquella ocasión, hace más de dos semanas, Moussaoui afirmó que aquel 11 de septiembre habría volado un avión contra la Casa Blanca si no hubiera estado en la cárcel.
Moussaoui estaba detenido durante los ataques del 11 de setiembre de 2001 contra Nueva York y Washington.
El jurado decidió que el acusado es pasible de recibir la pena de muerte, porque sus mentiras sobre los ataques podrían haber contribuido a las 3.000 muertes ocurridas el 11 de setiembre de 2001. Lo que está en cuestión ahora es si efectivamente será condenado a muerte o no.
La jueza a cargo del polémico juicio, Leonie Brinkema, anunció el jueves que el jurado puede iniciar sus deliberaciones la semana próxima.