SAO PAULO.- Los brasileños salieron a las calles de las principales ciudades del país en el día de la "Dignidad Nacional", para protestar por la violencia desatada por pandillas que dejó a 172 personas muertas los últimos días en Sao Paulo.
Hoy el Presidente Luiz Inacio Lula da Silva reconoció en Sao Paulo que la violencia no será solucionada simplemente aumentando la presencia policial.
Se trata de su primera visita a la capital industrial del país desde que se desató el caos el 12 de mayo con ataques de grupos delictivos organizados contra puestos policiales y otras instalaciones.
Según el Mandatario, los brasileños deben atacar las raíces de la violencia. "Es un problema cultural que necesita más que la actuación policial", dijo Lula al inaugurar una nueva sede sindical.
Para muchos de los activistas de la jornada dominical, la causa del derramamiento de sangre yace en la corupción sistemática que se vive en el país.
"En realidad estamos protestando contra la corrupción", dijo Gabriela Campos Paulino, quien organizó la marcha en Sao Paulo. La jornada además rendía honor a los más de 40 policías caídos durante los ochos días de violencia.
"Teníamos planeada esta marcha antes de los ataques, y éstos nos dieron más razones para gritar", agregó Campos. "La corrupción genera este tipo de ingobernabilidad y falta de seguridad", remató.
Las autoridades estimaron que en San Paulo, habitada por 10 millones de personas, marcharon sólo entre 1.500 y 2.000. Y en Río de Janeiro apenas entre 200 y 300 ciudadanos.
"Somos un pez pequeño, pero intentamos crecer", dijo la actriz de telenovelas Christiane Torlioni, quien participó en la jornada en Río, donde se guardó un minuto de silencio por los caídos en Sao Paulo.