WASHINGTON.- La falta de testigos debilita los esfuerzos de las autoridades del estado de Utah por enjuiciar a ocho miembros de una comunidad polígama acusados de abuso sexual de menores, informó hoy el diario "Salt Lake Tribune".
Hasta ahora, las autoridades no han logrado que las víctimas se presenten ante los tribunales, por lo que el juicio contra los ocho acusados podría ser postergado o anulado.
"No hemos tenido suerte (con la presentación de testigos). Huyen, se esconden, se cambian de domicilio, o no contestan a la puerta", dijo al diario el fiscal Matt Smith, del Condado Mohave, en Arizona, donde están programados dos juicios a partir del próximo 5 de julio.
Según Smith, los acusados se escudan detrás de una motivación o creencia religiosa para defender una práctica que, en resumidas cuentas, sólo sirve para la gratificación sexual.
Los ocho hombres, todos miembros de la Iglesia Fundamentalista de Jesucristo de los Santos de los Ultimos Días (FLDS), fueron acusados por un jurado de investigación del Condado Mohave de cometer actos sexuales con una menor y de conspiración para efectuarlos.
Uno de los acusados, el líder de FLDS, Warren Jeffs, figura en la lista de los fugitivos más buscados por el FBI desde el pasado 6 de mayo, señaló el "Salt Lake Tribune".
Según los documentos de la acusación, las víctimas tenían entre 15 y 17 años de edad cuando se realizaron los "matrimonios espirituales" con hombres mayores, entre diciembre de 1998 y marzo de 2002.
Los cargos fueron presentados contra los ocho mormones, que se casaron con las jóvenes, tras una pesquisa efectuada en mayo en varios hogares en Colorado City (Arizona).
Tanto Colorado City como Hilldale (Utah) son sede de la iglesia FLDS, cuyos miembros practican la poligamia "y la consideran necesaria para ganarse el cielo", dijo el diario.
Los mormones abandonaron la poligamia en 1890 y condenan la práctica mediante la excomulgación, pero grupos fundamentalistas se apartaron de la iglesia mormona y continúan los matrimonios plurales, incluso con menores de 18 años.
La Constitución de Arizona prohíbe la poligamia pero el gobierno estatal considera el acto sexual con una menor de 18 años como un delito grave, a menos que la joven sea esposa legítima.
La sentencia para este tipo de delitos puede ir desde la libertad condicional hasta los dos años de prisión.