WASHINGTON.- Un gorila de 23 años, llamado Kuja, murió el sábado en el Zoológico Nacional de Washington mientras se le practicaba una cirugía a corazón abierto, dijeron funcionarios.
El animal era uno de los dos gorilas adultos machos de la clase Western Lowland, que es una especie en peligro de extinción original de los bosques húmedos tropicales del centro y oeste de África.
Kuja murió mientras los veterinarios de la Universidad de Alabama y la Universidad de Auburn intentaban implantar un aparato cardiaco electrónico, que según los funcionarios del zoológico hubiese ayudado a su corazón a palpitar más efectivamente.
El 20 de junio, al gorila se le diagnosticó una insuficiencia cardiaca congestiva que desarrolló debido a una enfermedad crónica del músculo del corazón, que reduce la habilidad del órgano para bombear sangre.
Kuja presentaba un cuadro de insuficiencia cardiaca congestiva cuando empezó la cirugía la mañana del sábado. Como resultado, el corazón del animal no bombeaba lo suficientemente fuerte como para distribuir la sangre a todo su cuerpo y se acumuló fluido en sus pulmones.
Los gorilas Western Lowland, conocidos por su pelaje entre marrón grisáceo y su pecho de color caoba, generalmente viven hasta sus 30 años pero algunos han sobrevivido hasta los 40 y 50 en estado de cautiverio.
Las enfermedades cardiacas son una causa importante de muerte entre los gorilas en cautiverio.
Kuja, padre de dos gorilas machos de 4 y 6 años, nació en el Zoológico de Memphis en 1983 y llegó al Zoológico Nacional del Instituto Smithsoniano dos años después como parte de un programa de criadero que pretende preservar la especie.
Según se informó, el Zoológico Nacional de Washington tiene otros seis gorilas Western Lowland.