BAGDAD.- Los dos principales funcionarios estadounidenses en Irak buscaron el jueves aplacar el enojo en el país sobre las acusaciones de que soldados de Estados Unidos participaron en la violación y asesinato de una jovencita, y prometieron una investigación abierta tras calificar esos actos de "absolutamente inexcusables e inaceptables".
El poco frecuente comunicado conjunto entre el embajador estadounidense Zalmay Jalilzad y el general George W. Casey, principal comandante de Estados Unidos en Irak, fue dado a conocer en momentos en que oficiales del ejército investigaban las aparentes fallas en el liderazgo para mantener una vigilancia cercana sobre los soldados.
Diversos grupos de soldados e infantes de Marina están bajo investigación por el presunto homicidio de civiles desarmados, y tres soldados de Estados Unidos fueron muertos a manos de insurgentes el mes pasado después de que aparentemente sus compañeros los dejaron solos, a pesar de los procedimientos diseñados para evitar ese tipo de cosas.
El comunicado pone de manifiesto los esfuerzos estadounidenses para contener el daño político que ha causado el homicidio de una niña y tres parientes ocurrido el 12 de marzo entre un público iraquí cada vez más cansado de los soldados extranjeros.
"Los presuntos sucesos de ese día son un comportamiento absolutamente inexcusable e inaceptable", señaló el documento. "Investigaremos completamente todos los hechos en un proceso vigoroso y abierto a medida que indagamos esta situación".
Jalilzad y Casey prometieron que habrá una investigación y proceso vigorosos del caso y se comprometieron a "trabajar de cerca con el gobierno de Irak para asegurar la transparencia a medida que completamos los procesos legal y de investigación".
El primer ministro iraquí Nouri al-Maliki ha solicitado una investigación independiente sobre el ataque y una revisión del acuerdo que le concede a las fuerzas estadounidenses inmunidad de ser sometidas a juicio en los tribunales iraquíes.