WASHINGTON.- La Agencia Espacial Estadounidense (NASA) dio luz verde este domingo al transbordador espacial "Discovery" para su aterrizaje en la Tierra, previsto para el lunes tras culminar su misión a la Estación Espacial Internacional (EEI).
La agencia dio la autorización para el retorno desde su centro de control en Houston (Texas), tras comprobar que las últimas inspecciones señalan que la nave no ha sufrido daños en su sistema de protección térmica por impactos de partículas espaciales.
El "Discovery", que llevó a la EEI varias toneladas de alimentos, ropa y equipos de investigación, se trae de vuelta dos toneladas de basura y equipos dañados.
Si todo sale según lo previsto y si las condiciones meteorológicas lo permiten, el transbordador aterrizará en el Centro Espacial Kennedy de Florida pasadas las 13:00 GMT del lunes.
En caso de que la lluvia se lo impida, tendrá oportunidad de intentarlo unos 50 minutos más tarde.
Si tampoco es posible a la segunda, la NASA esperará al martes, el plazo máximo, ya que la nave sólo cuenta con oxígeno para permanecer en el espacio hasta el próximo miércoles.
"Confiamos en que la situación es segura para su regreso", dijo hoy en rueda de prensa uno de los responsables de la misión, Steve Stitch, quien precisó que el aterrizaje es uno de los momentos más complicados y peligrosos de una misión espacial, junto con el lanzamiento.
Durante la misión, los astronautas Michael Fossum y Piers Sellers llevaron a cabo tres paseos espaciales, cada uno de unas siete horas, que sirvieron para la inspección del transbordador, la instalación de equipos en la EEI, la prueba de cámaras y herramientas, y ensayos con adhesivos para la reparación de naves en el espacio.
El transbordador se separó el sábado de la EEI, junto con la que orbitó a 395 kilómetros de la Tierra durante once días, y siguió en órbita a unos 27.000 kilómetros por hora a la espera del momento propicio para el descenso hacia el Centro Espacial Kennedy, en el sur de Florida.
El "Discovery", que hizo su primer vuelo en 1984, ya había sido en 1989 el primero en volar después de la catástrofe del "Challenger" en 1986, y fue el año pasado el primero en salir al espacio desde el estallido del "Columbia".