JERUSALÉN.- El comandante de la Zona Norte del Ejército israelí, general Udi Adam, dijo hoy que la operación que se lleva a cabo en la frontera con Líbano contra el grupo chiíta Hezbollá es una guerra que requiere un alto grado de sacrificio, por lo que las bajas serán inevitables.
En declaraciones a la prensa, el general Adam, cuya zona de mando corresponde al teatro de operaciones en la frontera con Líbano, afirmó que "estamos llevando a cabo una acción de gran exigencia; estamos en guerra. La guerra cuesta vidas; también vidas civiles, de modo que sugiero que no contemos los muertos, porque lo que necesitamos ahora es mostrar nuestra fuerza y determinación".
Adam afirmó que en los dos últimos días el objetivo de las operaciones terrestres del Ejército israelí ha sido ubicar los emplazamientos desde los que Hezbollá lanza los "cohetes katiusha" contra territorio de Israel.
"Esta tarea no es fácil y la están llevando a cabo unidades de elite del Ejército", manifestó Adam, quien subrayó que "un gran número de infraestructuras y posiciones de Hezbollá han resultado dañadas".
"Hemos comenzado a enviar unidades de Infantería para neutralizar a las células terroristas", dijo el general.
"La opinión pública internacional entiende que nos las estamos viendo con una fuerza que no está para proteger el Líbano, sino que lo está arruinando", afirmó el general en alusión a Hezbollá.
Sobre el líder del movimiento radical chiíta, Hasán Nasralah, Adam expresó su convicción de que "al final, le tendremos", a pesar de que ayer un ataque de 23 toneladas de bombas cayó sobre uno de sus búnkers en Beirut, al parecer sin alcanzarlo.
"Tenemos que capturarlo (a Nasralah). Nuestro objetivo es erradicar el terrorismo y desarmar a Hezbollá", dijo el general, quien subrayó que la milicia chiíta "lleva preparándose desde hace 20 años. Decían que no disponían de grandes reservas de cohetes, pero sí que los tienen".
Con respecto a la movilización de 5.000 reservistas (prácticamente el equivalente a una división completa) decretada hoy por el Mando Militar de Israel, el general Adam consideró que era una medida necesaria para facilitar el descanso de algunas unidades que llevan combatiendo sin interrupción desde que comenzó la crisis.
Sin embargo, el general intentó minimizar la importancia del citado decreto de movilización en el sentido de que fuera el primer paso para una operación terrestre a gran escala en Líbano e insistió en que sólo se trata de un llamamiento a unidades de refresco que releven temporalmente a aquellas fuerzas que empiezan a dar síntomas de cansancio.
"Al día de hoy no podemos hablar de que se esté haciendo una movilización masiva, sino que es algo concreto y limitado", agregó el general.
