BRASIL.- El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, pasó 900 horas a bordo de aeronaves durante los cuatro años de su gobierno, tiempo suficiente para dar 18 vueltas alrededor del mundo, informa hoy el diario “Folha de Sao Paulo".
Lula, quien asumirá en enero próximo su segundo mandato, dedicó en el primero el 13,2 por ciento de su tiempo a viajes al exterior para reuniones con colegas en citas directas o multilaterales. El último viaje internacional de este año lo llevó este fin de semana a Bolivia.
En total, Lula hizo 102 visitas a otras naciones desde su posesión, el 1 de enero de 2003, que le obligaron a permanecer 38 días dentro de aviones y al final le rindieron algo más de 700.000 kilómetros, añaden los cálculos de la versión periodística.
Estos registros del gobernante socialista resultan muy superiores a los que durante ocho años alcanzó su antecesor, el socialdemócrata Fernando Henrique Cardoso (1995-2002). En su primer gobierno, hasta 1998, Cardoso salió 55 veces del país, número suficiente para que la oposición le apodara con ironía "agente viajero”.
Sin embargo, la media de 1,14 países visitados por Cardoso cada mes resultó casi la mitad que la de 2,12 de Lula en los 48 meses que lleva al frente del Palacio do Planalto. En ese periodo, Lula pasó 193 días en desplazamientos, 40 de ellos a vecinos suramericanos y veinte a africanos.
El ex líder sindical visitó siete veces Argentina, seis Estados Unidos y Venezuela, y cinco Bolivia y Perú. El número de viajes de Lula al exterior también supera con creces las medias de Itamar Franco (1992-1994), Fernando Collor de Mello (1990-1992) y José Sarney (1985-1990).
Franco hizo quince visitas a países en los dos años y tres meses de su gobierno. Collor, quien renunció al cargo dos años y siete meses después de su investidura, acosado por graves casos de corrupción, viajó en ese periodo a 27 países. En sus cinco años de mandato, Sarney cumplió 145 días de agenda en el exterior, para atender 41 visitas.
