WASHINGTON.- El Presidente de EE.UU., George W. Bush, ha emprendido una reestructuración de su cuerpo militar y diplomático en Irak como paso previo al anuncio la próxima semana de una nueva estrategia para la guerra en ese país.
El cambio más importante a nivel diplomático ocurrirá en Bagdad donde el embajador estadounidense, Zalmay Khalilzad, será sustituido por el veterano diplomático Ryan Crocker, actualmente representante en Pakistán.
Fuentes de la Casa Blanca que pidieron que no se les identificara dijeron el jueves que Khalilzad ocupará la representación diplomática de EEUU en las Naciones Unidas en reemplazo de John Bolton, quien renunció ante la oposición del Senado, ahora dominado por los demócratas, a confirmarlo.
Las designaciones de Khalilzad y de Crocker deben ser aprobadas por la cámara alta del Congreso de EEUU antes de hacerse efectivas.
La cadena de televisión ABC señaló que Bush nombrará al almirante William Fallon para reemplazar al general John Abizaid como jefe del Mando Central de EE.UU. que está a cargo de las operaciones militares en Irak y Afganistán.
ABC añadió que, además, el general David Petraeus sustituirá al general George Casey en el cargo de comandante de las tropas en Irak.
Fuentes del Departamento de Defensa declinaron confirmar o desmentir los cambios militares anunciados por la cadena de televisión.
Estos se llevarán a cabo después de la renuncia del Director de la Inteligencia Nacional, John Negroponte, para convertirse en segundo del Departamento de Estado, después de Condoleezza Rice.
Y siguen a la renuncia en noviembre pasado del secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, sustituido por Robert Gates, un ex titular de la Agencia Central de Inteligencia de EEUU (CIA).
Negroponte será sustituido como Director de la Inteligencia Nacional por el vicealmirante en la reserva Michael McConnell.
Paralelamente, Bush considera la posibilidad de aumentar por un corto plazo el número de efectivos en Irak, cuyo nivel actual es de 140.000.Ese incremento sería de entre 15.000 y 30.000 soldados, según fuentes diplomáticas.
Los ajustes que vienen
Los cambios forman parte de lo que las fuentes consideran como la búsqueda de un nuevo enfoque para un conflicto que se ha cobrado la vida de más de 3.000 soldados estadounidenses y ha incrementado la violencia confesional iraquí y el peligro de guerra civil en ese país.
También ha significado un pesado lastre para la aprobación de la gestión presidencial, que ha llegado a un nivel sin precedentes de alrededor del 30 por ciento después de que Bush alcanzara una popularidad de más del 80 por ciento tras los atentados del 11-S.
La reestructuración diplomática y militar se lleva a cabo en momentos en que el nuevo Congreso, dominado por la oposición demócrata, ha comenzado a exigir un cambio de dirección en el conflicto en Irak."Es responsabilidad del presidente diseñar un nuevo plan para Irak, que deje claro a los iraquíes que deben defender sus propias calles y su propia seguridad,” dijo el jueves Nancy Pelosi, la legisladora demócrata durante la ceremonia en la que asumió la Presidencia de la Cámara de Representantes.
Agregó que ese plan tiene que promover la estabilidad en la región y debe permitir “hacer un nuevo despliegue responsable” de las tropas.
Poco después de que los demócratas tomaran el control del Congreso por primera vez en 12 años, Bush anunció que la próxima semana dará a conocer los principios de su nueva estrategia para Irak.
Esta estrategia “ayudará a los iraquíes a lograr el objetivo de un país que puede gobernarse, sustentarse y defenderse a sí mismo,” dijo."Una cosa es segura: Quiero garantizar que la misión está clara y es específica, y que puede ser alcanzada,” añadió Bush.