Llega a Ecuador uno de los fallecidos en atentado de ETA en Madrid

ECUADOR.- Las campanas de una pequeña iglesia repicaron largamente la madrugada del viernes, para anunciar la llegada del cadáver de Carlos Alonso Palate, una de las dos víctimas fatales del atentado atribuido a ETA en el aeropuerto de Madrid.

En medio de la penumbra, los pobladores, en su mayoría campesinos, salieron a las calles, rodeadas de humildes casas de cemento y techos de zinc, para recibir a quien había dejado su pueblo natal en 2002, en busca de trabajo y mejores días en España.

"Yo no te crié para encontrarte así", decía Basilea Sailema, la anciana madre de Palate, quien lloraba amargamente mientras una sicóloga española trataba de calmarla.

El féretro de su hijo de 35 años llegó a Picaihua, 230 kilómetros al sur de Quito, donde fue llevado por las pequeñas calles, una cancha de tierra y la iglesia del lugar, para finalmente ser velado en la casa de Sailema.

La mujer, con un sombrero, una falda y un poncho, siguió descalza el ataúd de su hijo mientras en una suerte de rezo-cántico lamentaba su muerte y recordaba la última vez que conversó telefónicamente con él, el jueves, dos días antes del atentado.

Escenas de dolor y consternación de los familiares se observaban en varios rincones. El ataúd, que era llevado en hombros cubierto con la bandera del equipo local de fútbol favorito de Palate, El Nacional, siempre estuvo rodeado de decenas de amigos, familiares y vecinos.

Un avión de la Fuerza Aérea española llegó desde Madrid a Quito a las 00:10 horas local con el cadáver de Palate, 13 familiares, autoridades españolas y tres sicólogas.

Luego, por vía terrestre, una caravana de vehículos los trasladó hasta Picaihua, donde llegaron alrededor de las 04:15 de la madrugada.

"Hemos venido a acompañarlo para expresar de esta manera el apoyo, el respaldo, pero sobre todo el afecto del gobierno español" a los familiares y amigos de la víctima, señaló a su arribo Trinidad Jiménez, secretaria de Estado para Iberoamérica, en una improvisada rueda de prensa en las instalaciones de la base aérea de Quito.

Visiblemente cansado y consternado, Luis Antonio Palate, tío de la víctima, fue el único familiar que dio declaraciones a la prensa en Quito. Agradeció a las autoridades y pueblo de Ecuador y España por el respaldo recibido.

Contó que los familiares que viajaban en el avión acompañando el cadáver residían desde hace años en Valencia, al igual que el ecuatoriano fallecido a quien el atentado sorprendió al parecer dormido en su automóvil estacionado en la terminal 4 del aeropuerto de Barajas. Sólo uno de los viajeros, su hermano Jaime, vivía en Ecuador.

"Era el único sustento del hogar, para su madre, dos hermanos y dos sobrinos. Fue (a España) por superarse, por salir adelante y le encontró la muerte", afirmó Luis Patate, primo del fallecido.

Agregó que una vez se cumpla el funeral respectivo, los familiares regresarán España y no descartó que los miembros de la familia de Palate que residen en Ecuador se acojan a la propuesta española de recibir la nacionalidad y ayuda de ese país.

El cuerpo de otro ecuatoriano, Diego Armando Estacio, de 19 años, que hasta ayer estaba desaparecido, fue ubicado por las autoridades españolas en otro sitio del estacionamiento del aeropuerto, y se espera que pueda ser rescatado de entre los escombros en las próximas horas.

Los dos ecuatorianos fueron las dos únicas víctimas fatales que dejó el atentado de ETA del sábado.