YAKARTA.- Diez días después de desaparecer de los radares junto a la isla de Célebes, el Boeing 747-400 indonesio con 102 personas a bordo sigue sin aparecer, pese a la masiva operación de búsqueda en la que participan varios países y hasta un grupo de videntes.
Tres mil personas, un Boeing 737, un avión Nómada, tres aviones Casa, cinco barcos de guerra de la Armada, un barco hidrográfico y varios helicópteros BO-105 y SA-330 Súper Puma buscan, con cada vez más desesperación, el aparato de la compañía Adam Air desaparecido el día de Año Nuevo.
También colaboran en la minuciosa operación una avioneta Fokker 50 de la Fuerza Aérea de Singapur y un avión King Air-200 del Ejército canadiense que peinan la zona en un esfuerzo por dar con rastros del aparato.
La búsqueda se concentra en el mar en las aguas de Mamuju, Majene y Polewali Mandar (Célebes Occidental) y de Tana Toraja (sur de Célebes), además de en las junglas del suroeste de la isla.
"No hay signos del avión", ha admitido apesadumbrado el ministro indonesio de Transportes, Hatta Rajasa, según informó hoy la agencia de noticias estatal Antara.
Trozos metálicos
El único progreso hasta el momento ha sido el hallazgo en el estrecho de Makassar de varios trozos metálicos de gran tamaño hundidos a una profundidad de más de mil metros que podrían ser parte del fuselaje del avión.
Estos objetos fueron detectados el lunes por el barco de la Armada KRI Fatahillah en tres puntos al norte de la ciudad de Mamuju, en el oeste de Célebes Central, pero aún no se ha podido determinar si pertenecen al avión.
Un segundo barco militar, el KRI Ajak, también informó de que recibía señales de sonar que confirmaban la presencia de metal en las aguas de Mamuju.
El coronel Toni Syaiful, portavoz del Comando de la Flota Oriental de la Armada, declaró a los medios que "las señales recogidas por el Ajak reafirman nuestra creencia de que hay objetos metálicos en el fondo del mar, pero lo que estos son es todavía un misterio. No podemos aún afirmar que tengan algo que ver con el avión de Adam Air desaparecido".
Las esperanzas de determinar si los metales pertenecen al fuselaje del avión extraviado están puestas en el "Mary Sears", un barco oceanográfico de la marina estadounidense equipado con alta tecnología que llegó ayer a las aguas de Célebes para colaborar en la investigación.
La presencia de metales en el fondo del mar es consistente con las declaraciones de los dos únicos testigos que aseguran haber visto lo que podría ser el avión de Adam Air.
Burhanudin y Gusman, dos pescadores que el uno de enero faenaban en el área, declararon a las autoridades haber visto un avión que volaba de forma inestable a una altura de unos 200 metros, si bien no pudieron dar muchos datos puesto que sólo avistaron brevemente el aparato antes de que este se adentrara en la niebla.
El despiste de los equipos de búsqueda es tal que han invitado a seis videntes y adivinos a unirse a las tareas de rastreo, aunque por el momento poca ha sido la información que estos han podido aportar a las pesquisas oficiales.
La iniciativa ha partido de la Fuerza Aérea Indonesia, que ha considerado positivo contar con la ayuda del conocido clarividente indonesio Andi Musi y del adivino tradicional Sulaeman Daeng Tata.
Musi, junto con otros cinco chamanes, ha sido trasladado a bordo de un avión Casa a la zona de Palu, donde sus supuestos poderes indican que podría haber caído la aeronave.
La "visión sobrenatural" de Tata también apunta a la misma zona, ya que el vidente ha señalado que el aparato se estrelló en el distrito de Uentira, un área de plantaciones de café situada entre Palu y la ciudad de Parigi, en Célebes Central.