SAO PAULO.- Los principales bancos privados brasileños instalaron sensores biométricos para detectar las huellas digitales de los clientes en los cajeros automáticos, alegando razones de seguridad.
Los nuevos cajeros automáticos fueron instalados en varias agencias bancarias de Bradesco e Itaú en las ciudades más grandes de Brasil: San Pablo y Rio de Janeiro.
Según informaron los bancos a la prensa local, además de una contraseña personal y chips en las tarjetas bancarias, los cajeros automáticos ahora pedirán apoyar la mano para permitir realizar transacciones electrónicas.
Otro de los bancos que comenzó a hacer pruebas con la tecnología biométrica es Unibanco. Según el periódico "Folha de Sao Paulo", Bradesco tomó la delantera con sus sistema PalmSecure desarrollado por la japonesa Fujitsu, que captura una imagen del patrón vascular de la palma de la mano del cliente.
El objetivo de Bradesco es tener la tecnología instalada en 24.000 cajeros automáticos de Brasil desde 2007 hasta 2010.
"Los gastos de la tecnología biométrica no serán pasados a los clientes", dijo el vicepresidente ejecutivo de Bradesco, Laercio Cezar, quien detalló que la inversión inicial fue de unos 700.000 dólares.
María Isabel Pereira, de atención al cliente de Bradesco, contó que existe desconfianza entre los usuarios por temor a que los delincuentes puedan cortarles la mano para poder acceder a las cuentas bancarias.
"La mayoría quiere saber qué pasa si los delincuentes les cortan la mano para acceder las cuentas. Pero la máquina no le dará acceso porque para activarse el cajero electrónico es necesario el flujo de sangre en las venas de la palma de la mano para el reconocimiento", dijo Pereira.