LONDRES.- La investigación por la muerte del ex espía ruso Alexander Litvinenko, asesinado en noviembre en Londres con el isótopo radiactivo polonio 210, concluirá en las próximas semanas, declaró hoy el enviado británico a Rusia, Anthony Brenton.
Según el funcionario, el gobierno de Gran Bretaña pedirá por la extradición de los ciudadanos rusos que sean acusados formalmente por el caso.
Mientras, uno de los principales sospechosos por la muerte de Litvinenko, el ex guardaespaldas de la KGB Andrei Lugovoi, declaró a una radio de Moscú que se considera "un testigo y no un sospechoso".
Litvinenko, de 42 años, murió el 23 de noviembre en el University College Hospital de Londres, tras contaminarse con una alta dosis de polonio-210, supuestamente tras un encuentro con Lugovoi y otros dos ex agentes rusos en el Millennnium Hotel de la capital británica.
Ese encuentro ocurrió el 1ro. de noviembre, el mismo día que Litvinenko reportó sentirse enfermo."Nuestra posición es que queremos apresar a la persona que cometió este crimen y verlo recibir su castigo", declaró Brenton a la BBC.
"Haremos todo lo que tengamos que hacer para conseguir este resultado. Y si eso implica extraditar a alguien de Rusia, entonces intentaremos hacerlo", agregó.
Sin embargo, los fiscales rusos se niegan a extraditar a cualquier persona acusada por Londres en el caso Litvinenko, quien fue un opositor severo al presidente, Vladimir Putin, a quien responsabilizó por su muerte en una carta póstuma.
En la entrevista radial, Lugovoi dijo que planea preguntarles a los detectives británicos cómo sigue la investigación. Además, expresó preocupación por la forma en que los medios británicos reportan el caso, y dijo que esto podría tener malas consecuencias en un juicio justo.
"Si se hiciera un sondeo, el 99 por ciento diría que nosotros cometimos el asesinato. Así que es necesario determinar si vale la pena interrogar a personas que desde un principio vamos a tratar injustamente", agregó. Litvinenko recibió asilo político en Gran Bretaña en 2000.