WASHINGTON.- El Gobierno estadounidense dijo este martes que Raúl Castro se consolidó como sucesor de Fidel en Cuba desde julio y admitió que la eventual muerte de su hermano no causará "un cambio positivo" inmediato, al tiempo que defendió la política de embargo contra la isla.
"Este año marcará probablemente el final del dominio de Fidel Castro en Cuba", aseguró el director nacional de Inteligencia de Estados Unidos, Michael McConnell, ante la comisión de Fuerzas Armadas del Senado.
"Pero un cambio positivo y significativo es poco probable inmediatamente después de la muerte" del Presidente cubano, quien delegó provisionalmente el poder a su hermano Raúl Castro el pasado 31 de julio, tras una importante cirugía intestinal.
"El periodo que pasó desde su operación le dio la oportunidad a Raúl de consolidar su posición como sucesor", añadió McConnell, quien se declaró asimismo convencido de que "la transición post-Castro ya había empezado" en la isla caribeña.
McConnell no es el primer responsable estadounidense en especular sobre un posible fallecimiento de Fidel Castro. Su predecesor al frente de los servicios de inteligencia, el actual número dos del Departamento de Estado, John Negroponte, había pronosticado en diciembre que Castro estaba muy enfermo y cerca de la muerte.
Como respuesta, Fidel Castro reapareció en un nuevo video el pasado 31 de enero para desmentir versiones de gravedad en su salud y mostrarse en recuperación, pero sin despejar las dudas sobre la posibilidad de que pueda retomar el poder.
De hecho, McConnell repitió palabra por palabra una declaración de Negroponte ante la misma comisión a principios de enero, cuando todavía estaba al frente de los servicios de inteligencia, y aseguró que el futuro de Cuba depende de tres elementos.
Estos son: "Hasta qué punto se mantendrá la cohesión de la élite del Gobierno sin el líder icónico cubano; cuán astuto se mostrará Raúl Castro como sucesor de su hermano y qué presión va a ejercer la población para lograr reformas económicas y políticas", repitió el sucesor de Negroponte.
Mientras McConnell comparecía en el Congreso, el secretario de Comercio, el cubanoestadounidense Carlos Gutiérrez, volvió a defender enérgicamente la política de embargo, como copresidente de la Comisión norteamericana de Asistencia para una Cuba Libre, en un discurso en el instituto conservador AEI.
"Necesitamos mantener firmemente nuestro rechazo de la dictadura cubana. Eso significa mantener con firmeza nuestra política de impedir ingresos para el régimen, mientras nos acercamos directamente al pueblo cubano", explicó el funcionario cubanoestadounidense de más alto rango en el Gobierno del Presidente George W. Bush.
Gutiérrez rechazó incluso levantar las limitaciones a los viajes de cubanoestadounidenses a la isla, una medida aplicada desde 2004 y que varios congresistas tratan de suprimir mediante un proyecto de ley presentado en enero.