NUEVA YORK.- Los ratones se han transformado en el enemigo público número uno de los restoranes de Nueva York, luego de que cientos de medios hicieran eco del hallazgo de decenas de ratas en el comedor de un famoso sitio de comida rápida.
Importantes cadenas de noticias como CNN, NBC, Fox News, Reuters, BBC y decenas de otras han captado varias decenas de roedores corriendo de un lado a otro en pleno comedor del restaurante KFC/Taco Bell en Manhattan.
Y como la alarma ha sido ampliamente difundida, provocando escándalo público, las repercusiones no se han hecho esperar: la inspectora de sanidad de Nueva York que autorizó las operaciones a un restaurante de comida rápida un día antes de que las cámaras de televisión grabaran las ratas fue suspendida de sus tareas.
Tras ello se procedió a la clausura del popular expendio de tacos y pollo de la sexta avenida.
Pero la polémica parece no terminar aquí. Según han reportado algunos medios norteamericanos ahora los roedores se apropiaron de un Au Bon Pain, lo que ha llevado a las autoridades a pedir a los usuarios que reporten cualquier tipo de violación a las normas de sanidad.
Por su parte, el departamento de Salud prometió una revisión completa que asegurara que los aproximadamente 100 inspectores sanitarios hicieran correctamente su trabajo en los restaurantes de la ciudad tras el escándalo en el restaurante de KFC/Taco Bell, en Manhattan.
Paupérrimas condiciones
Después de recibir una queja sobre las ratas en el restaurante, enviaron a la inspectora que encontró por lo menos 76 pelotillas frescas de estiércol de roedores en la cocina y sótano, así como “condiciones conducentes a la existencia de plagas", según su reporte escrito.
La mujer pidió a los administradores del restaurante que limpiaran el negocio, esterilizaran su equipo y contrataran a exterminadores, pero les permitió continuar operando.
Un día después, el video de ratas corriendo por el restaurante empezó a aparecer en televisión y a circular en Internet. La ciudad envió entonces a un segundo inspector, que ordenó la clausura del restaurante.
Éste dijo que la primera inspección debió haber sido conducida a una medida más grave. Agregó que ella y su supervisor no realizaron una evaluación completa del negocio, que habría activado una orden de clausura bajo el sistema de infracciones de la ciudad.
Según la inspección, el restaurante violó 10 puntos, pero según la segunda inspección fueron 92.