GINEBRA.- El representante del Secretario General de la ONU para los Derechos de los Desplazados, Walter Kälin, alertó hoy de que la República Centroafricana (RCA) vive una "crisis humanitaria incontrolable", que ha sumido a parte de la población en una "indigencia extrema".
Tras más de una década de conflicto armado que ha afectado a un millón de personas, el 70 por ciento de la población de la RCA vive por debajo del índice de la pobreza y uno de cada cuatro niños no llega a cumplir los cinco años, una proporción que no ha parado de aumentar en los últimos años, al igual que la de las madres que mueren durante o después del parto (una cada seis minutos).
Entre los factores que contribuyen a que la situación del país no mejore es que se encuentra en una zona muy convulsiva y rodeado de países que padecen conflictos internos, como Sudán o Chad.
Tras una visita de una semana a la RCA, el jurista suizo aseguró que muchos de los habitantes de las ciudades quemadas por las fuerzas de seguridad se han refugiado en la sabana en "condiciones míseras".
Los refugiados no cuentan con acceso a agua potable, un alojamiento adecuado, cuidados médicos o educación, al tiempo que "viven en un ambiente de permanente inseguridad", detalló.
En su opinión, "renunciar a la violencia, atacar la impunidad y comprometerse en un diálogo constructivo es la única manera de poner fin a las serias violaciones de derechos humanos" que tienen lugar en ese país.
Además considera necesario que se afronten los problemas de subdesarrollo y de marginación de algunos sectores de la sociedad, así como que las organizaciones humanitarias refuercen su presencia en el país.
"Se vive en una situación de extrema indigencia que está provocando una crisis humanitaria incontrolable", alertó el jurista, quien hizo un llamamiento a la comunidad de donantes para que se comprometan sin dilación alguna con el desarrollo del norte del país.
Por su parte, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) ha señalado que en los últimos días ha distribuido material de higiene y cobijo a cerca de 2.600 personas desplazadas en el norte del país y ha reforzado su presencia en el país con la apertura de una oficina en Paoua, cerca de la frontera chadiana, y en Kaga-Bandoro, a 250 kilómetros al norte de Bangui, la capital.
En 2006, la organización humanitaria con sede en Ginebra facilitó asistencia a 50.000 personas en el país, considerado por la ONU como el más olvidado de África y que desde hace dos años sufre un nivel de violencia similar al de la región sudanesa de Darfur.