WASHINGTON.- El Estado colombiano admitió por primera vez, ante un foro internacional, tener responsabilidad en el asesinato de un senador vinculado con las FARC, en 1994, pero su ofrecimiento de solución amistosa fue rechazada por el hijo de la víctima, Iván Cepeda.
La admisión de los hechos fue hecha por Camilo Ospina, embajador ante la Organización de los Estados Americanos (OEA), en una audiencia de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), ante la cual Cepeda estaba siguiendo un proceso para llevar su caso ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos con sede en San José, Costa Rica.
El Gobierno del Presidente Alvaro Uribe había notificado el 28 de febrero a la CIDH, un órgano autónomo de la OEA, la admisión de responsabilidad del Estado en el asesinato del legislador, cuyo hijo sostiene que fue ejecutado por fuerzas militares y paramilitares en conjunto durante el gobierno del presidente César Gaviria.
La realización de la audiencia tuvo el propósito de "formalizar esa admisión" y según el presidente del panel de la CIDH que atendió el caso, Víctor Abramovich, abre el camino para que la familia Cepeda analice los alcances de la decisión oficial colombiana con relación al asesinato y vuelva para una nueva vista.