MOSCÚ.- Rusia desarrolla al menos 65 programas de investigación científica y tecnología aplicada en la Estación Espacial Internacional (ISS por su sigla en inglés) durante los últimos seis años, reveló hoy la agencia espacial rusa Roscosmos.
El programa de investigación ruso en la ISS abarca observaciones de la Tierra y el sistema solar, la influencia de la radiación cósmica en seres vivos y el desarrollo de nuevas tecnologías, señaló el comunicado de Roscomos publicado en su página digital.
De 2001 a 2006 los cosmonautas rusos en la ISS han concluido diez programas científicos, continúan desarrollando otros 55 y todavía quedan por realizar 252.
La mayoría de los programas de investigación rusos concluidos en la ISS estudiaron el efecto del cosmos en la estructura de los materiales inertes y el desarrollo de tecnologías para cristalizar proteínas en condiciones de poca gravedad.
El conocimiento de los efectos de la radiación cósmica sobre los materiales es clave para la construcción de las naves espaciales, los laboratorios orbitales y las futuras bases de cosmonautas en la Luna y otros planetas.
Mientras que la cristalización de proteínas en el espacio supone una de las tecnologías más avanzadas para conocer su estructura molecular y, a partir de allí, comprender sus mecanismos de funcionamiento.
Valiosas pistas
El conocimiento de la estructura de las proteínas o biomoléculas permitirá en particular a la medicina desvelar el mecanismo que tiene la insulina para almacenar glucosa; cómo la hemoglobina o proteína de la sangre regula el intercambio de oxigeno, y cómo la miosina pone en marcha la contracción muscular.
Según Roscomos, los experimentos en el espacio relacionados con la cristalización de proteínas están proporcionado pistas valiosas para el desarrollo de métodos de diagnóstico más precisos y contribuyen a la obtención de nuevos fármacos.
Destacó además que en experimentos en la ISS se desarrolla una tecnología para la obtención de láminas proteínicas bidimensionales, punto de partida para la obtención de nuevos materiales de aplicación en la nanotecnología y bioelectrónica.
La nanotecnología comprende el diseño de aparatos y sistemas a nanoescala (un nanómetro es una milmillonésima de metro), y la bioelectrónica desarrolla la medición y procesamiento de impulsos eléctricos a nivel celular.
El informe de Roscomos subrayó que a partir de las láminas proteínicas como elemento “vivo,” es posible la fabricación de los denominados esquemas híbridos o bio-chips, prototipos de ordenadores biológicos que a la postre deberán ser la base para la creación del intelecto artificial.