WASHINGTON.- Un grupo de investigadores informó que una hormona producida por el organismo en respuesta al estrés, y que habitualmente sirve para calmar a los adultos y a los niños pequeños, aumenta la ansiedad en los adolescentes.
Los científicos realizaron experimentos con ratones femeninos focalizándose en la hormona THP, que demostró este efecto paradójico, y describieron el mecanismo cerebral que lo explica.
Si, como sospechan los investigadores, sucede lo mismo en las personas, el fenómeno permitiría comprender los cambios de humor y la ansiedad exhibida por muchos jóvenes.
"Los adolescentes no dan vueltas como locos todo el tiempo", dijo Sheryl Smith, principal investigadora del estudio y profesora de Fisiología y Farmacología del Centro Médico Downstate de la State University of New York.
"Pero realmente hay un cambio de humor cuando las cosas parecen estar bien y tranquilas y de golpe comienzan a llorar o se enojan", manifestó la experta, quien agregó que cree "que es por este motivo que las personas usaban la frase 'hormonas embravecidas'".
Los giros emocionales no siempre son benignos, informó el equipo de Smith en la edición del domingo de la revista Nature Neuroscience.
"Las respuestas a episodios estresantes se amplifican, y la ansiedad y los ataques de pánico surgen por primera vez en ese momento, siendo dos veces más habituales en las mujeres que en los varones", escribieron los expertos.
"Asimismo, el riesgo de suicidio aumenta en la adolescencia, pese al uso de estrategias médicas de sustento adulto", añadió el equipo.
Receptores adicionales
La hormona THP, también llamada alopregnanolona, generalmente sirve como tranquilizante natural.
No se produce inmediatamente con el estrés, pero sí unos minutos más tarde, y calma la actividad neural para reducir la ansiedad y permitir la adaptación del individuo y su funcionamiento en esa circunstancia.
El equipo de Smith examinó la actividad cerebral y la conducta de ratones antes, durante y después de la pubertad.
Los investigadores expusieron a los roedores a un episodio estresante, al colocarlos dentro de un envase de acrílico apenas más grande que sus cuerpos -un evento similar a lo que podría ser una experiencia claustrofóbica-, y los mantuvieron allí durante 45 minutos.
"Veinte minutos después del (episodio generador de) estrés, tanto los ratones pequeños como los adultos mostraron menos ansiedad. Pero los roedores en la pubertad registraron más ansiedad", explicó Smith.
Más experimentos atribuyeron este aumento de la excitación a los efectos de la hormona THP, dijeron los investigadores. La hormona actúa sobre las neuronas por medio de caminos moleculares conocidos como receptores.
Durante la adolescencia, los ratones tenían los receptores usuales, pero también niveles adicionales de una segunda clase de ellos que trajo una respuesta ansiosa, en lugar de calmada, cuando la hormona se les adjuntó.
"El paralelo con los seres humanos es que en las personas se producen cambios hormonales similares en la pubertad", dijo Smith.
"Por lo tanto, el comienzo de la pubertad es un momento en el cual se incrementan muchas emociones y respuestas al estrés. No es nada nuevo que los adolescentes atraviesan una etapa difícil. Con algo de suerte, esto arrojará algo más de luz sobre el tema", concluyó la investigadora.