LONDRES.- Los hombres de baja estatura eran irresistibles para las mujeres en la prehistoria, al menos hasta que descubrieron el uso de las armas.
Esta diferencia con los cánones actuales de belleza es la tesis central de un estudio de la universidad estadounidense de Utah, que apareció hoy en la versión on line del diario The Times.
Entre los australopithecus, los homínidos antepasados del homo sapiens que vivieron alrededor de 4 millones de años atrás, la baja estatura permitía combatir mejor y garantizaba a los varones un enorme atractivo entre las mujeres.
"Las piernas cortas -explica el profesor David Carrier en un artículo publicado en la revista Evolution citado por el Times on line-, aseguraban a los australopitecus el éxito en el combate".
"Los australopitecus mantuvieron las piernas cortas durante dos millones de años porque un físico compacto y más estable ayudaba a los varones a combatir por las mujeres", revela el profesor en su investigación, y explica que los hombres más bajos eran los más agresivos, probablemente porque conocían esta ventaja.
Según Carrier, este antepasado del hombre medía 1,35. Luego las normas estéticas cambiaron incluso en la prehistoria con la introducción de las primeras armas, dos millones de años atrás, cuando el hombre de las cavernas comenzó a utilizar objetos para defenderse o atacar.