MOSCÚ.- Rusia desmintió hoy haber dado un ultimátum a Irán de retener el suministro de combustible nuclear para la central iraní de Bushehr hasta que Teherán cumpla con las exigencias de la ONU de que suspenda el enriquecimiento de uranio.
"La solución del problema nuclear iraní y la conclusión de las obras en la central de Bushehr no están vinculadas", señaló el Consejo de Seguridad (CS) de Rusia en un comunicado recogido por las agencias locales.
El CS aseguró que "no se corresponden con la realidad" las informaciones recogidas en la edición de hoy del diario "New York Times" de que Rusia dio un "ultimátum" a Irán durante las consultas celebradas por ambas partes el pasado 12 de marzo en Moscú.
La nota cita la declaración hecha esta semana por el secretario del CS, Igor Ivanov, que llamó a no entremezclar la crisis provocada por las ambiciones nucleares iraníes y la construcción en el Golfo Pérsico de la planta de Bushehr por ingenieros rusos.
"Los intentos de vincular la construcción de la central de Bushehr con el programa nuclear iraní están fuera de lugar. Bushehr es un asunto separado que se decidirá a nivel bilateral bajo la supervisión del OIEA (Organismo Internacional de Energía Atómica)2, dijo Ivanov.
Según los funcionarios estadounidenses, europeos y iraníes citados por "New York Times", el mismo Ivanov presentó este ultimátum a Alí Huseini Tash, el "número dos" en la lista de negociadores nucleares iraníes.
"Consideramos que se trata de una decisión muy importante por parte de los rusos. Demuestra que nuestras discrepancias con los rusos sobre los peligros del programa nuclear de Irán son (meramente) tácticas. En el fondo, los rusos no quieren un Irán nuclear", señaló un alto cargo europeo.
El "New York Times" también indica que el ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, informó el mes pasado a funcionarios europeos de que Moscú había tomado la decisión política de abstenerse de entregar el combustible a Irán, pero que públicamente Rusia atribuiría la decisión exclusivamente a motivos financieros.
Rusia e Irán aplazaron este lunes en Teherán las consultas para solucionar el problema de los impagos iraníes con destino a la construcción de la central de Bushehr, de mil megavatios de potencia.
La Agencia Atómica Rusa (Rosatom) anunció la pasada semana que pospondrá al menos por dos meses la puesta en marcha de la central, prevista para septiembre próximo, debido a que Irán no ha realizado ningún pago desde el 17 de enero (5,1 millones de dólares).
Rosatom también descartó el suministro durante el mes de marzo del combustible nuclear necesario para el funcionamiento de la planta.
La compañía rusa encargada del proyecto, Atomstroyexport, ha tenido que recurrir a créditos bancarios y firmar acuerdos adicionales con suministradores de equipamiento técnico debido a los impagos iraníes.
Mientras, las autoridades iraníes insisten en que transfirieron el pasado 1 de marzo 12,7 millones de dólares, con lo que habrían pagado 75 millones de dólares desde octubre pasado.
La Agencia de la Energía Atómica (AEA) iraní aseguró que espera que Rusia cumpla con su compromiso y suministre antes del 31 de marzo el combustible nuclear.
En virtud del protocolo suscrito por ambas partes en septiembre de 2006, Irán debe pagar mensualmente 25 millones de dólares por la edificación de la planta.
Al parecer, según fuentes rusas, el retraso en los pagos ha sido causado por la repentina decisión de las autoridades iraníes de pagar en euros y no en dólares, como venía haciendo hasta ahora.
El Consejo de Seguridad deliberará mañana, miércoles, el proyecto de resolución, presentado por EE.UU. y los tres países europeos, en la primera reunión formal en la que participarán también los diez miembros no permanentes de este órgano de máxima decisión de la ONU.