MOSCU.- El presidente de Rusia, Vladimir Putin y su homólogo chino Hu Jintao, iniciaran el lunes en Moscú una cumbre orientada a reforzar los vínculos bilaterales en el ámbito de las crecientes relaciones económicas y las coincidencias en temas de política exterior.
El viaje del mandatario chino coincide con la celebración del Año de China en Rusia, una especie de retribución a una visita similar que realizó Putin a Pekín, el año pasado, cuando se celebraba el Año de Rusia en China, con la ratificación de los vínculos comunes en ambos casos.
Ambos países en los últimos tiempos actúan también en sintonía en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, del que ambos son miembros permanentes.
Rusia y China registran, por otra parte, un alza en el intercambio económico del 15 por ciento en los últimos doce meses, con cifras que en el 2006 llegaron a los 33.400 millones de dólares.
Las relaciones florecientes entre ambas potencias suscitan inquietudes en Occidente, especialmente en el gobierno de Estados Unidos, centradas en la negativa a emitir sanciones "duras" contra el plan nuclear de Irán, rechazadas sistemáticamente por Rusia y China en el seno del Consejo de Seguridad.
Pero las preocupaciones estadounidenses se extienden al plano económico. La potencia energética rusa asociada a la producción china puede volcar decididamente hacia Oriente la balanza del predominio mundial.