BERLÍN.- El júbilo por la nueva mascota berlinesa, el osito polar Knut, se ha visto ensombrecido por el fallecimiento de otro de los grandes emblemas del Parque Zoológico de la capital alemana, la osa panda Yan Yan, aparecida muerta ayer, sin que hubiera síntomas de enfermedad.
"Su muerte es totalmente inexplicable, pues tenía sólo 22 años", señaló el director de departamento de depredadores, Heiner Klöss, quien en 1996 había viajado personalmente a Pekín a recoger a Yan Yan.
El zoológico tiene previsto practicar la autopsia al animal para esclarecer las causas de su muerte, pero, según subrayó Klöss, todo apunta a una “muerte natural".
Con ello, el zoólogo hizo alusión indirecta a especulaciones del diario populista "Bild" que abría su edición de hoy preguntándose si podía ser Knut el causante involuntario de la muerta de Yan Yan, ya que en los últimos días el zoo se ha visto desbordado por la visita de decenas de miles de personas.
"¿Puede ser que la visita de 30.000 personas diarias fueran demasiado estrés?", se pregunta el rotativo.
Ya hace unos días el diario había causado un gran revuelo al insinuar que Knut podría ser sacrificado por exigencia de los defensores de la naturaleza, que consideraban antinatural criar a un oso con biberón, extremo que, según el zoo, nunca se había planteado.
Para Berlín Yan Yan había sido hasta hace poco lo que Knut es ahora, el animal predilecto de los berlineses, que durante años siguieron con curiosidad todo intento por lograr que la osa tuviera descendencia de su compañero Bao Bao, lo que nunca ocurrió, pese a repetidas inseminaciones artificiales.
Yan Yan llegó a Berlín en 1997 fruto del hermanamiento de la capital alemana con Pekín, que decidió cederla por cinco años. Finalmente este periodo se prolongó, tras arduas negociaciones con los interlocutores chinos, como señala el zoológico en su página web.
Bao Bao, en cambio, había llegado a Berlín en 1979, como regalo oficial de China al entonces canciller Helmut Schmidt.
Últimamente China no había mostrado interés en recuperar a la osa.
El Parque Zoológico de Berlín alberga desde hace tiempo la idea de hacerse con una joven pareja de esta sensible especie, pero la adquisición de cada ejemplar en China cuesta actualmente alrededor de un millón de euros.
Según el zoológico, ahora sólo quedan en libertad unos 1.600 pandas en todo el mundo y son muy pocos los zoos que cuentan con algún ejemplar.
Los pandas, que se alimentan exclusivamente de bambú, pueden vivir hasta unos 34 años, por lo que la muerta de Yan Yan resulta aún más inexplicable.