DAMASCO.- Representantes regionales de una iniciativa árabe que promueve y supervisa un boicot contra Israel comenzaron hoy un encuentro de cuatro días en Damasco para debatir las formas de intensificarlo, después de que últimamente se haya visto debilitado.
Catorce países árabes participan en el encuentro, pero al menos ocho no asisten a la reunión en la capital siria. Siria, Arabia Saudí, Sudán, Algeria, Los Emiratos µrabes Unidos, Marruecos, Libia, Líbano, Kuwait, Qatar, Túnez, Yemen, Irak y los territorios palestinos enviaron representantes, frente a las ausencias de Somalia, Comores, Yibuti, Bahréin, Omán, Mauritania, Egipto y Jordania, que afianzaron acuerdos de paz con Israel.
Los temas centrales de la agenda del 78 encuentro de este tipo son el boicot a las compañías que hacen negocios con Israel y el levantamiento de las prohibiciones a los que cumplieron las reglas del boicot, así como el debate de los intentos de las empresas israelíes por entrar en los mercados árabes y otros asuntos políticos y económicos.
El comisario general de la Oficina Central del Boicot establecida en Damasco, Mohammed Tayyb Booslaa, consideró hoy durante la sesión de apertura que la reciente "masacre cometida por las fuerzas israelíes contra el pueblo palestino demuestra que la política real de Israel ha rechazado todas las iniciativas de paz árabes".
El boicot, afirmó, continuará siendo un "instrumento para apoyar la lucha del pueblo palestino contra la ocupación israelí y para hacer frente a la política israelí que ha rechazado todas las iniciativas de paz".
Mohammed Ajami, líder de la oficina de la iniciativa en Siria, declaró ante periodistas que algunos paíes árabes han pensado "que la paz con Israel está cerca, pero se trata de un espejismo y son totalmente conscientes de que Israel persiste en su rechazo de la paz y de la legitimidad internacional".
El diario sirio del gobierno, "Al Thawra", describió hoy el boicot árabe de Israel como "una herramienta de resistencia pacífica" y dijo que su influencia será mayor mientras haya "una sólida voluntad y compromiso" a gran escala en el mundo árabe.
La oficina siria en Damasco fue establecida en 1951 bajo el patrocinio de la Liga µrabe con el fin de encontrar a extranjeros que hacían negocios con Israel o que apoyaban a ese país, para prohibirles operar en el mundo árabe. En Ammán en 2001 se hizo una llamada a una reactivación del boicot, en el marco de la visita del entonces primer ministro israelí, Ariel Sharon, a la mezquita de Al Aqsa en Jerusalem , que desencadenó la segunda Intifada.