BELGRADO.- Serbia propuso a Kosovo crear un gobierno de "autonomía supervisada", en lugar de "independencia supervisada", y pidió a la provincia de mayoría albanesa que acepte la oferta y abandone su exigencia de secesión formal.
El primer ministro Vojislav Kostunica formuló la oferta de "autonomía supervisada", en contraste con la fórmula de un enviado especial de las Naciones Unidas de "independencia supervisada".
De todas maneras, sin importar la fórmula que se adopte, funcionarios civiles y militares deberán supervisar Kosovo durante varios años para asegurar la paz y la democracia en la convulsionada provincia.
"La autonomía supervisada es el verdadero compromiso que elimina cualquier resultado extremo", señaló Kostunica en un comunicado, aludiendo a la porfiada posición de los serbios, que han prometido no ceder ese territorio, y los ciudadanos de origen albanés, que constituyen el 90% de los habitantes de la provincia e insisten en la secesión.
Los albaneses de Kosovo "estarán en condiciones de tomar el futuro en sus propias manos, y proteger sus intereses, en tanto Serbia preservará su soberanía y su integridad territorial", señaló Kostunica.
La propuesta de Kostunica es un intento por hacer naufragar el plan de la ONU para Kosovo, creado por el ex presidente finlandés Martti Ahtisaari, que está siendo discutido en el Consejo de Seguridad de la ONU.
Las autoridades serbias han criticado el plan de Ahtisaari señalando que viola las propias normas de la ONU, pues abre el camino para un cambio formal de las fronteras. De llevarse a cabo el plan, Serbia perderá un 15% de su territorio.
La guerra de 1998-99 en Kosovo entre serbios y ciudadanos de origen albanés concluyó cuando la Organización del Tratado del Atlántico Norte bombardeó posiciones serbias, obligando al gobierno de Slobodan Milosevic a cesar la ofensiva contra los separatistas y retirarse.
Una administración de la ONU administra a Kosovo como un protectorado desde 1999.