WASHINGTON.- El Presidente estadounidense, George W. Bush, vetó hoy -como había amenazado- el proyecto de ley que vincula los fondos para la guerra en Irak y Afganistán, con la adopción de un calendario para la retirada de las tropas del país árabe.
En una declaración televisada desde la Casa Blanca, Bush justificó el veto -el segundo de su mandato- con el argumento de que el calendario sienta "un plazo rígido y artificial" de salida de las tropas.
"No tiene sentido revelarles a los terroristas cuándo vamos a empezar a marcharnos", afirmó el Mandatario, quien aseguró que fijar un plazo para la salida equivale "a un fracaso y sería irresponsable".
El proyecto de ley, patrocinado por la mayoría demócrata en el Congreso, también "impone condiciones a los mandos y las tropas sobre el terreno" sobre cómo deben librar la guerra, declaró el Presidente.
Entre los motivos para bloquear la medida, el gobernante esgrimió, además, que el proyecto legislativo contiene "miles de millones de dólares en gastos no urgentes" que no tienen nada que ver con la guerra.
El veto de Bush crea ahora un punto muerto en el enfrentamiento entre la Casa Blanca y el Congreso sobre los fondos para la guerra y la estrategia a seguir en el conflicto iraquí.
El Presidente sigue sin contar con los fondos que había pedido para la guerra -alrededor de 96.000 millones de dólares- y los demócratas no tienen los votos necesarios -al menos 67 en el Senado- para superar el veto.
A pesar de sus críticas y a que el veto lo enfrenta directamente con la mayoría demócrata del Congreso, el Jefe de Estado quiso mostrarse más conciliador que en ocasiones anteriores.
Tras recordar que este miércoles se reunirá con los líderes demócratas y republicanos del Congreso en la Casa Blanca para tratar sobre este punto muerto, Bush dijo que ha "recibido el mensaje" de disconformidad con el manejo de la guerra enviado por los demócratas.
"Ahora es el momento de dejarlo atrás y apoyar a nuestras tropas con los fondos que necesitan" para la guerra, afirmó el jefe de la Casa Blanca.
Sin embargo, en declaraciones de respuesta al veto, la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, señaló que Bush "quiere un cheque en blanco, y el Congreso no va a dárselo".
"Ahora mismo hay un tremendo abismo entre nosotros", comentó Pelosi sobre los llamados del Mandatario para aproximar posiciones.
El proyecto de ley, aprobado en el Congreso la semana pasada, preveía que la retirada de las tropas comenzara el 1 de octubre próximo y se completara seis meses más tarde.
El Presidente está dispuesto a ejercer veto tras veto, si el Congreso insiste en enviarle medidas que contengan cualquier tipo de calendario de retirada.
Algunos candidatos presidenciales demócratas, como Joe Biden, se declaran partidarios de seguir adelante con la imposición de calendarios. Otros consideran que una solución intermedia podría ser la redacción de un nuevo proyecto de ley que abandone el calendario de retirada, pero que requiera el cumplimiento, por parte del gobierno iraquí, de una serie de hitos para estabilizar la nación árabe.
El veto presidencial coincide con el cuarto aniversario del discurso en el que Bush proclamó la victoria en las principales operaciones militares en Irak, en mayo de 2003, a bordo de un portaaviones en aguas de San Diego.
Con el tiempo, aquel discurso se ha dado en llamar popular -y sarcásticamente- como "el de la misión cumplida", en alusión a la gran pancarta que, con ese mensaje, la Casa Blanca hizo colgar de la torre de mando del portaaviones mientras hablaba el gobernante.
Antes del veto, Bush se había desplazado a Tampa (Florida) para visitar el cuartel general del Mando Central, responsable de las guerras en Irak y Afganistán, donde aseguró que un calendario de salida de las tropas estadounidenses sembraría el "caos" en Irak.