Los fieles brasileños y los que han legado desde otros países del continente llegaron muy temprano para tratar de ver al Santo Padre.
APSAO PAULO.- Fieles católicos se congregaron a primera hora de la mañana a las afueras del monasterio de Sao Bento, en Sao Paulo, con la esperanza de ver al Papa Benedicto XVI cuando salga para encontrarse con el Presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
Las primeras personas llegaron hacia las 05:00 horas locales (08:00 horas GMT), antes incluso del amanecer, dispuestos a aguantar una espera de más de cinco horas, en las que algunas se dedicaron a rezar.
La romería de fieles fue en aumento a medida que avanzaba la mañana y la calle volvía a llenarse. Esto a pesar de que el Papa pasará rápido y no tendrá un contacto directo con el público.
El Papa tenía previsto hoy celebrar una misa privada, a la que nadie ajeno al monasterio o a la curia podía asistir, y a las 10:30 horas locales (13:30 horas GMT) debe dirigirse en automóvil al Palacio de Bandeirantes, sede del gobierno estatal, donde será recibido por el Mandatario.
En el encuentro también estará presente el gobernador del estado de Sao Paulo, José Serra, y algunos familiares, pero las autoridades no han precisado sus nombres.
Según está descrito en el programa oficial, se trata de una visita de cortesía en la que podrían hablar de algunos temas de preocupación común, como la desintegración familiar.
Algunos comentaristas han apuntado que también hablarán del acuerdo que vienen negociando el gobierno brasileño y el Vaticano sobre derechos y privilegios de la Iglesia católica en Brasil, pero eso no ha sido confirmado por fuentes oficiales.
Medios de prensa informaron que el documento en negociación trata asuntos como la enseñanza de religión en las escuelas, exenciones fiscales, la preservación de las iglesias o la libertad de culto.
La postura oficial del gobierno es que la visita del Papa es pastoral y, por lo tanto, queda excluida la firma de cualquier documento que es propia de una visita oficial o de Estado.
El Pontífice tendrá hoy un almuerzo con la presidencia de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil y un encuentro con la juventud, el acto más importante de la jornada, ya que en él pronunciará un discurso.
Por segundo día, la visita supondrá el corte de calles al tránsito, cambio de rutas en las líneas de autobús y una mayor frecuencia en el transporte público para facilitar la llegada de fieles al estadio en el que se celebra el encuentro con los jóvenes.
Los cortes del tráfico en las cercanías del estadio comenzaron a las 06:00 horas locales, pese a que la llegada del Papa no está prevista hasta las 17:30 horas locales (20:30 horas GMT).
Las autoridades han organizado la distribución de folletos con mapas y orientaciones para que los conductores eviten los puntos más congestionados como consecuencia de la visita.