Una de las mayores amenazas para los suri son los campesinos, quienes los cazan por su carne y sus huevos.
AFPLIMA.- Chile y Perú firmaron una "alianza estratégica" para defender y salvar los recursos naturales del norte chileno y del sur peruano, especialmente al suri, un ave corredora que habita esa región fronteriza y de la que existen sólo unos 300 ejemplares, por lo que se considera en peligro de extinción.
El pacto fue sellado por el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) y el Instituto Nacional de Recursos Naturales de Perú (Inrena), que instalaron una Comisión Mixta de Trabajo para hacer una evaluación del estado actual del suri, un ave que es pariente andino del avestruz.
El suri tiene su hábitat natural en las regiones de los Andes de Chile, Perú y Bolivia, sobre los 4.000 y 4.700 metros de altitud, y está extraordinariamente adaptado a las duras condiciones de una de las regiones más hostiles del planeta.
Los expertos consideran esta ave como un auténtico fósil viviente, pues sus ancestros presenciaron la formación del continente americano.
El suri es un ave corredora que ha perdido su capacidad de vuelo, pero en compensación ha desarrollado poderosas y ágiles extremidades para desplazarse en las cumbres andinas.
Está dotado de un plumaje de color pardo con manchas blancas generalmente, con largas plumas flexibles. Mide un metro y medio de altura, y se alimenta de vegetales.
"Es un ave que está amenazada y en peligro crítico", dijo el biólogo Miguel Lleellish, jefe de la Dirección de Biodiversidad del Inrena, quien calculó que su población actual llega sólo a los 300 ejemplares en Perú, aunque los cálculos más optimistas señalan que llegarían a 500.
Una de las amenazas es la caza furtiva a la que es sometida por parte de campesinos que las buscan por su carne y sus huevos, además de su bello plumaje que es muy cotizado por los danzantes típicos del altiplano.
Lleellish indicó además que el espacio donde habita el suri cada vez es más reducido porque su territorio es invadido por campesinos dedicados al pastoreo de camélidos sudamericanos, como llamas y alpacas.
"Es necesario que se difunda una educación ambiental, que los campesinos sepan que es una especie que está en situación crítica y que debe contar con áreas de protección", alertó el experto.
Precisamente, la "alianza estratégica" entre el Inrena peruano y el SAG chileno busca permitir a las autoridades de ambos países la toma de acciones oportunas sobre la base del conocimiento real, actual y científico de esta especie.
En la región surandina de Puno existe el Centro de Rescate de Humajalso que busca recuperar al suri, pero paradójicamente 49 ejemplares murieron en ese lugar desde marzo por una negligencia en la aplicación de medicinas con las que se buscaba curarlas de afecciones bronquiales provocadas por los cambios climáticos.
Se investiga quién o quiénes son los responsables para sancionarlos administrativa y penalmente, dijo Alberto Lescano, responsable de ese centro.
Pese a ello, el funcionario anotó que el objetivo de ese centro es lograr el repoblamiento del suri en la zona altoandina peruana.
Los pobladores de esa región podrían beneficiarse económicamente de la crianza de suris en unos 10 a 15 años, época en la que se espera contar con una sobrepoblación de esta especie, según señaló.