WASHINGTON.- Aunque en reiteradas oportunidades el Presidente estadounidense, George W. Bush, ha advertido que una salida precipitada de Irak sería catastrófica, el Mandatario sostuvo hoy que las fuerzas de Estados Unidos dejarían ese país si el gobierno de Bagdad se los pidiera.
"Estamos ahí por invitación del gobierno iraquí. Ésta es una nación soberana", dijo Bush en una conferencia de prensa en la Casa Blanca. "Si dijeran 'váyanse', nos iríamos", pero -reiteró- "los resultados serían catastróficos".
Bush agregó que acordó con el Congreso que la entrega de fondos de emergencia para Irak debe realizarse teniendo en cuenta que el gobierno de Bagdad "debe mostrar un progreso real".
La legislación "refleja un consenso en que el gobierno iraquí debe mostrar un progreso real a cambio del continuo apoyo y sacrificio de Estados Unidos", dijo Bush.
Verano será "crítico"
El Jefe de Estado añadió que el próximo verano "será crítico" en Irak y que hay que esperar "fuertes enfrentamientos" en ese país durante las próximas semanas.
"Este verano será crítico para la nueva estrategia en Irak", afirmó Bush, quien recordó que los iraquíes están saliendo de "años de dictadura" y que, por lo tanto, la situación allí no puede ser fácil.
"Hay que esperar más bajas, tanto de Estados Unidos como de iraquíes", dijo el Mandatario.
El Presidente anticipó que los enfrentamientos se acrecentarán en Irak durante los próximos meses, porque los soldados allí destinados empezarán a entrar en áreas nuevas donde se producirán altercados.
Bush también explicó que el jefe de las tropas de EE.UU. en Irak, el general David Petraeus, le informará sobre los primeros resultados de la nueva estrategia en el país a finales del verano, en el mes de septiembre.
"Me gustaría que estuviéramos en una configuración distinta en algún momento en Irak", admitió el gobernante, quien agregó que de todas formas no habrá progresos hasta que "no se tome control de la seguridad en la capital", Bagdad.
En su opinión, la victoria en Irak llegará cuando "el país esté estable".
Bush insistió en la amenaza que representa Al Qaeda para Estados Unidos, y señaló que los informes de inteligencia que maneja Washington son claros y que la amenaza persiste.
"Es mejor combatir al enemigo allí que aquí", dijo Bush en un nuevo intento por vincular la guerra en Irak a la guerra global contra el terrorismo que libra Estados Unidos tras los atentados del 11 de septiembre de 2001.
Respecto a los dos soldados que permanecen desaparecidos en Irak, el Presidente indicó que no se escatimarán esfuerzos para encontrarlos.