BEIJING.- El último informe del Pentágono sobre el potencial militar chino es “exagerado” e intenta “confundir” a la comunidad internacional con “falsedades,” según un artículo de opinión publicado hoy por el “Diario del Pueblo,” portavoz oficial del Partido Comunista de China (PCCh).
"El informe, que intenta confundir las opiniones internacionales con falsedades, va obviamente en contra del desarrollo de los lazos bilaterales y militares entre los dos países,” dice el texto firmado por uno de los articulistas del diario. Añade que, una vez más, “exagera la llamada 'amenaza china'.”
Según el informe publicado por el Pentágono el pasado viernes, el poder militar chino se reforzó el último año con el aumento de la cantidad y calidad de su armamento, que en breve, dice, incluirá cinco submarinos nucleares dotados con misiles de largo alcance.
"Lo que está claro es que EE.UU. tiene actualmente el Ejército más poderoso del mundo. A pesar de esto, sigue impulsando su transformación militar en busca de una ventaja militar absoluta,” asegura el artículo.
Subraya que China mantiene “un cierto nivel” de fuerza militar que responde a la necesidad de “autodefenderse” y es apropiado para "salvaguardar su seguridad nacional e integridad territorial.”
Frente a las críticas de Washington por el incesante aumento del presupuesto militar chino, Beijing ha insistido en que su Ejército no es una amenaza militar para nadie y que no se ha involucrado nunca en conflictos exteriores.
El estudio del Pentágono revela también que China se está preparando a medio plazo para una posible crisis en el estrecho de Taiwán, donde continúa desplegando más misiles balísticos de corto alcance.
Sobre este asunto, el artículo del “Diario del Pueblo” asegura que China no tiene todavía la capacidad militar necesaria para "llevar a cabo con confianza sus objetivos políticos en la isla, sobre todo cuando se enfrenta a la posibilidad de una intervención estadounidense.”
El presupuesto de Defensa chino de 2007 asciende a 44.940 millones de dólares, un 17,8 por ciento más que el de 2006, aunque Beijing dice que es muy bajo comparado con el de los países desarrollados, sobre todo con el de EE.UU.