BOGOTÁ.- A 194 asciende hoy el número de guerrilleros de las FARC trasladados de diferentes penitenciarías del país a una cárcel de paso de Chinquinquirá, en el departamento de Boyacá, a la espera de la liberación anunciada por el presidente colombiano, Álvaro Uribe.
Cifras entregadas por el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec, encargado de manejar las cárceles del país), precisan que esta tarde llegaron a Chiquinquirá 50 hombres y tres mujeres, que junto con los demás rebeldes, ocupan cuatro patios de la cárcel Normandía, 140 kilómetros al norte de Bogotá.
Por su parte, el viceministro de Justicia, Guillermo Francisco Reyes, dijo a periodistas que funcionarios de la Presidencia de la República, del ministerio del Interior, de la Oficina del Alto Comisionado para la Paz y la Registraduría Nacional, trabajan intensamente para verificar la situación legal de los rebeldes.
Además de constatar las identidades, se busca establecer con claridad que los trasladados sean, efectivamente, miembros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Se estima que el proceso de verificación de las identidades y su historial judicial, podría terminar el lunes próximo, aunque no hay un tiempo límite para realizar estas delicadas tareas.
Hoy también se hizo presente en ese penal el Alto Comisionado para la Paz, Luis Carlos Restrepo, quien dialogó con los rebeldes, pero se abstuvo de realizar declaraciones a periodistas.
Los traslados hacia la cárcel de Chiquinquirá comenzaron el vienes pasado, cuando llegaron 110 detenidos.
Estos presos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) fueron seleccionados dentro de un grupo de 1.200 que aceptaron la oferta del gobierno del presidente Álvaro Uribe de someterse a una excarcelación condicionada.
Uribe dijo que esa excarcelación busca que los rebeldes dejen en libertad a un grupo de personas, entre los que se encuentran la colombo-francesa Ingrid Betancourt, tres norteamericanos, políticos, policías y militares a los que las FARC llaman canjeables.