TROMSOE, Noruega.- El cambio climático, principal preocupación del momento, podría ser de buen augurio para determinadas regiones del planeta, en particular para los ricos países europeos del norte, Rusia y Estados Unidos, estiman los científicos.
Los ocho países más industrializados del mundo (G8) anunciaron esta semana en Heiligendamm (Alemania) que se van a tomar el serio el objetivo de una reducción a la mitad, de aquí a 2050, de sus emisiones de gas con efecto invernadero. Lo cual no quita para que sean los más beneficiados por el calentamiento climático.
"Los países ricos del Norte serán los ganadores, los países pobres del Sur serán los perdedores", declaró esta semana Jann-Gunnar Winther, director del Instituto Polar noruego, en una conferencia sobre el clima en la ciudad de Tromsoe (Noruega).
Agricultura, transporte marítimo, hidrocarburos, explotación minera... Numerosos sectores se beneficiarán del derretimiento de los hielos del Gran Norte.
Con la subida del termómetro, "será más fácil cultivar en regiones como el norte de Siberia o el Gran Norte canadiense", declaró Paal Prestrud, climatólogo noruego autor de un nuevo informe de la ONU sobre el derretimiento de los hielos.
"La agricultura se desarrollará considerablemente gracias a la multiplicación de los días con temperatura por encima de los 5°C", dijo.
"Gran Bretaña podrá producir un vino blanco de mejor calidad porque mejorará su uva, mientras que la calidad de los vinos de Burdeos se resentirá del calor excesivo", añadió.
Posibles beneficios en la pesca
"El arenque y el atún se desplazan lentamente hacia el norte", explicó Winther, que sin embargo señaló que el bacalao, principal recurso actual del mar de Barents, podría buscar aguas más septentrionales u orientales, más alejadas de los pescadores.
La industria forestal también se beneficiará de un tiempo más cálido que facilitará el crecimiento de árboles en latitudes hasta ahora improbables.
El turismo también. Los veraneantes podrían huir de la canícula mediterránea en provecho de Europa del norte. En invierno, la región podría recibir además a los amantes de la nieve en detrimento de unos Alpes y Pirineos menos nevados.
Con el retroceso del banco de hielo, el transporte marítimo vía el Artico será posible de 120 a 140 días al año a finales de siglo, en lugar de los 30 actuales.
"Un barco tardará diez días menos entre Rotterdam y Japón pasando por el océano Artico que por el canal de Suez, e incluso menos si el hielo desaparece del todo en el polo Norte", estimó Prestrud.
Otras perspectiva aún más golosa es que la retirada de los hielos facilitará el acceso a los recursos de hidrocarburos del Artico, que encierra una cuarta parte de las reservas restantes de petróleo y gas natural, según US Geological Survey.
El gigante ruso del gas Gazprom ya está trabajando en Siberia y en el mar de Barents, donde se encuentra el campo Chtokman, uno de los yacimientos de gas "offshore" que se conocen.
Hasta los dirigentes de territorios considerados víctimas directas del calentamiento climático parece que se frotan las manos.
"Nosotros estaremos encantados de poder extraer más petróleo, gas natural y metales", afirmó Eskil Lund Soerensen, responsable de asuntos climáticos en el Ministerio del Medio Ambiente de Groenlandia, territorio autónomo dependiente de Dinamarca.
"Será el momento de pasar a ser autosuficientes, de dejar de depender de las subvenciones de Dinamarca y de crear empleos para la población local", añadió.
Groenlandia contiene al parecer filones de oro, rubíes y diamantes. El derretimiento total de su casquete glaciar provocaría una subida de siete metros del nivel de los océanos, que se tragarían regiones enteras del planeta.