SYDNEY.- Equipos de emergencia y voluntarios trabajan para frenar el posible surgimiento de epidemias en las zonas más afectadas por las tormentas e inundaciones del pasado fin de semana en Nueva Gales del Sur, que causaron la muerte de ocho personas y un desaparecido.
El departamento de Salud del estado pidió hoy a los ciudadanos que mantengan las precauciones en el consumo del agua y que consideren “contaminados” todos los productos y objetos que hayan estado en contacto con el agua, además de instar a la población a informar de inmediato sobre cualquier caso de gastroenteritis.
La fuerte tormenta que afectó principalmente las áreas del Valle del río Hunter y la Costa Central, desbordó varios ríos, arrastrando árboles, coches y casas, obligó a evacuar a cientos de residentes, e interrumpió el servicio eléctrico de miles de casas.
El numero de reclamaciones a las compañías de seguros supera los 15.000, cifra que se espera aumente cuando todos los evacuados se hayan instalado en sus hogares y examinados los daños.
El siniestro costará a las compañías de seguros más de 200 millones de dólares, dijo hoy el Consejo de Seguros de Australia.
Por otra parte, las autoridades marítimas indicaron hoy que es poco probable que para el miércoles sea remolcado el Pasha Bulker, carguero de 225 metros de eslora que el viernes quedó varado a causa del mal tiempo en una playa de Newcastle.